Hasta el corazón más roto y torturado tiene su forma de sanar, aunque lo haya perdido todo, llegará alguien a reparar el enorme vacío que lastima un alma.
-Eres la Reina de Diamantes, pero en este infierno te convertiste en mi reina de corazones.
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♦️————————♦️ ▷——●———3:32 ʟɪꜰᴇ ɪɴ ᴛᴏᴋʏᴏ—ᴊᴀᴘᴀɴ Siempre hay algo fuera adentro de él En realidad no tengo mucho que perder Parece muy sentimental ¿Por qué me debería importar? La vida puede ser muy cruel La vida en Tokio
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Sus manos temblorosas y frías estaban frente a su rostro mientras sus codos posaban intranquilos en sus propias rodillas, sus ojos estaban hinchados y su nariz congestionada debido a las cientas de lágrimas derramadas durante los últimos cinco días.
Su rostro debía verse terrible, llorar tanto tiempo debía tener sus consecuencias y una de ellas, tal vez la menos importante, era el aspecto de su rostro.
¿Realmente ese 6 de corazones había valido la pena sabiendo que ahora está completamente sola en esta realidad sin saber que día o que hora es mientras corre el riesgo de morir en alguno de los juegos?
Se había cuestionado si de verdad obtener esa carta era mejor que salvar la vida de la persona que siempre estuvo para ella en los buenos y malos momentos.
—Solo necesitaba un minuto más y pude haberte salvado —se repetía molesta consigo misma, en aquella posición que mantenía en el piso de la casa en la que había decidido protegerse del exterior hasta el próximo juego.
El silencio incrementaba en la habitación, hacía falta la voz de su mejor amiga al rededor del lugar.
—Hoy expira mi visa, debo jugar esta noche. Me dijiste que viviera por ti, que saliera de este lugar y lo voy a hacer, te prometo que no voy a morir aquí y te prometo que voy a encontrar a tus padres cuando salga de este lugar, ellos sabrán que hasta el último segundo los amabas —sus dedos acariciaban la fotografía de una mujer joven que había sacado del bolsillo de su chaqueta mientras las lágrimas de Natsuki rodaban por sus rojas mejillas trazando un camino húmedo perdiéndose en el inicio de su cuello, ver la imagen de la chica le partía el corazón por completo, pero no podía romper su promesa.
Antes de cualquier cosa, la luz del edificio de enfrente iluminó con intensidad por la ventana del lugar donde Natsuki estaba, era la pantalla de este anunciando una nueva arena cerca.
Ella tomó sus zapatos y un cuchillo que encontró por su camino mientras vagaba junto a su compañera en busca de respuestas a ese infierno.
Dejó la foto de la chica sobre la pequeña repisa en la pared frente al sofá y se dirigió hasta donde sería la arena de juego, si bien, para ella la idea de morir era su plan B, las palabras de su querida Murano habían quitado eso de su cabeza, ahora quería vivir, haría lo posible por terminar el juego y salir de ese maldito lugar a como de lugar.
Ahí estaba, fuera de un edificio en construcción, las vigas de soporte crujían sobre ellos, el viento soplaba fuerte y era un punto en contra de quienes participaran en el juego.
