Me deja absorta con sus palabras. La seguridad que porta me dice que lo logrará, su ambición está determinada logrando que me envuelvan sus ganas de comerse al mundo.

—¿Qué se siente? —me mira confundido y lo explico mejor—. Ser temido, que nadie te mire a la cara por respeto.

—Te sientes como un Dios. Todos te miran y te veneran así, como un ser superior. Saben que tienes el poder en tus manos de darles y quitarles todo si así lo quieres.

Asiento sin decir nada y termino de cenar, imaginándome a mí misma en un mundo paralelo con un poder como el de Killian.

Ser temida y respetada, suena interesante.

—¿Y tú que sientes? —indaga enderezando su postura y se acerca quedando a centímetros de mi cara alterando mis hormonas—. El ser venerada como una diosa, que a cualquier lugar a donde vayas todos te admiren por tu belleza y giren sus cabezas para poder observarte. Que en cualquier ámbito en el que participes siempre destaques porque tu grandeza no da para menos.

¿Eso es lo que Killian piensa de mí?

—¿Crees que soy una diosa? —pregunto quedándome perdida en sus iris verdes. Mi respiración se hace pesada cuando sonríe mirando mis labios.

—No —contesta con el golpe de la decepción que me llega—. Creo que eres el deseo hecho persona, el pecado y tentación reflejada en carne y hueso.

—¿Soy tu tentación?

—Sí.

—¿Y qué harás al respecto?

—La mejor manera de librarse de la tentación, es caer en ella. —Se separa de golpe dejándome anonada—. Mañana te quiero lista temprano, te daré un trabajo que hacer para que mantengas constancia en tus aptitudes.

Sale de la habitación y ni siquiera soy capaz de responderle. El calor me cubre la cara y un cosquilleo en el cuerpo se extiende dando pie a pensamientos que podrían poner más en duda mi moral.

Me complica y confunde demasiado, lo peor es que no sé con qué objetivo hace esto, no es muy normal que venga a hablar conmigo, así como así. Lo que sí es seguro es que me atrae de una forma innegable, es como un imán al que no me puedo resistir, ya que por más que trate no es posible mantener la distancia.

Además, no voy a negar que me agradó que no fuera tan mierda; para ser el mafioso más peligroso y sanguinario del planeta no ha sido tan malo, a fin de cuentas, soy un rehén y pudiese estar siendo golpeada y torturada para apresurar las cosas con mi padre.

Pero no está siendo así, todo lo contrario, estoy en una buena habitación con lo necesario para vivir, había ropa nueva en el armario, y hasta tengo un baño propio donde hay cepillo de dientes, peine para el cabello y productos femeninos para cuando los necesite. Me traen mis tres comidas y mañana me sacarán de aquí para hacer un trabajo.

Y esto me lleva a cuestionarme otra cosa, ¿qué clase de trabajo haré? Son mafiosos, cosas buenas no he de esperarme, sobre todo al saber que será algo relacionado con mis aptitudes.

Después de lavarme los dientes me meto a la cama y el sueño me vence al instante.

"—¿Soy tu tentación?

—Sí.

—¿Y qué harás al respecto?

La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella. —Killian se acerca hasta que se rozan nuestros labios liberando oleadas de calor que..."

—Señorita, señorita. —Alguien me sacude levemente interrumpiendo mi increíble sueño. Abro los ojos encontrándome con la mucama que me trae siempre las comidas—. El Alfa quiere que baje a desayunar en quince minutos, dese un baño rápido, yo aquí la esperaré para acompañarla.

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