Una mañana agitada

Comenzar desde el principio
                                    

"Ah qué fue esto estuve a punto de decir que me pise"

Arabella estaba fascinada con esta escena, recordando la descripción del personaje en la novela pero...

"Pero verlo es distinto, me contuve a pensar en esto porque estaba concentrada en sobrevivir pero...este hombre es hermoso, ¿siquiera es humano?"

Arabella sin darse cuenta estaba en el piso por los arbustos observando a Cristian en secreto.

"Creo que puedo entender porque Maybell se negó dejar ir a Cristian incluso después de saber que es su padre..."

Dió un paso al frente para acercarse solo un poco más pero...

Zash!*

"¿Eh?"

Una espada se enterró en el piso justo a su lado rozándola por poco.

"Esto..."

Alzando su mirada se encontró con unos ojos fríos que la miraban fijo.

"La cagué"

Arabella se sentenció a si misma cuando se percató que Cristian la había descubierto.

En un intento desesperado trato de escapar pero Cristian la agarro por el cuello igual que cualquier animal pequeño.

"No, ayuda! Bájame! Esto me pasa por querer comerlo con los ojos! ¿Acaso no aprendí? Las marrandas no me traen nada bueno!"

Arabella forcejeaba en la mano de Cristian tratando zafarse.

-¿Un gato...?

Se preguntó Cristian.

"Noo! Un perico, claro que soy un gato, ¡Suéltame!"

-No...

Cristian le alzó la cola y la observó con detenimiento.

-!?

Arabella quedó plasmada.

-Una gata

Afirmó Cristian con total seguridad.

-Mmm ¿Ahora se quedó quieta?

Arabella estaba igual que una piedra.

-¿Que paso? ¿Pensé que querías que te soltará?

Lo que vio Cristian lo sorprendió.

"¿Lágrimas...?"

La gata que había recogido estaba llorando.

-¿Eh? No, ¿Pero que?

Cristian se entro en pánico, no lo entendía pero sentía que hizo llorar a una persona, así que la cogió entre sus brazos tratando de tranquilizar a la gata.

-Vamos, no llores, Lo siento, ¿te dolió que te agarrara asi?

Cristian le hablaba como si consolara a un pequeño niño.

"Debo estar loco, ¿porque estoy hablando con un gato?"

Pensaba Cristian mientras observaba a la gata en sus brazos, realmente parece resentida.

"Ahh que es esto, ni quisiera conozco a esta gata pero no puedo simplemente dejarla ir así"

Cristian limpio suavemente con su pulgar las lágrimas de la pequeña gata.

-Me disculpó, vamos, llamaré a alguien para que te revise si realmente te duele algo.

Explico nervioso, pero la gata lo vio como si siquiera matarlo.

"AHH!! ¡Bastardo! Entiendo que quieras comprobar mi Género, ¡pero me sentí expuesta!"

Arabella gruñía en los brazos de Cristian.

"¡Me vio hasta el alma!"

-Grrr Grrr

-....

Cristian se encontraba nervioso, la gata ya no lloraba pero estaba gruñendo, realmente parecía furiosa ahora.

"Me alegra que no esté llorando pero ahora parece que quiere matarme"

Cristian miro alrededor.

"Para empezar ¿De dónde salió?"

Cristian observó a la gata, pelaje negro brillante y ojos claros que parecen hipnotizar al que los vea fijamente.

"Siento que he visto esos ojos en algún lugar"

Cristian acaricia a la gata para calmar su enojo.

-Con Sofía... Esa vez en el anexo por un momento ví a otra mujer.

Menciono Cristian en un suave susurro haciendo que la gata se quedará congelada, pero Cristian no noto eso.

-Sabes pequeña...¿Que eres?

Arabella estaba conteniendo la respiración mientras escuchaba a Cristian.

-No eres una gata normal si pudiste entrar al palacio real evitando toda la seguridad del lugar.

-...

No hubo más sonido que el viento moviendo las hojas de los árboles del jardín.

Un silencio que parecía eterno fue cortado por Cristian.

-....ví a una mujer parecida a ti por un segundo esa vez, pero fue solo una ilusión.

Pareciera que hablaba consigo mismo mientras acaricia delicadamente el lomo de la gata.

"...."

Obviamente no iba haber una respuesta por parte de la gata pero Cristian parecía esperar que si.

Cristian solo sonrió y jalo suavemente los bigotes de la gata.

-¿Ya estás tranquila?  Eres muy dócil ahora mismo.

Solo desvió la mirada enterró su cabeza en los brazos que la sostenían.

-No sabía que el que me observaba era una pequeña gatita.

Arabella volvió a mirar a Cristian con un rostro confundido.

-Senti una mirada lujuriosa así que pensé que sería algún descarado, tenía planeado cortarle la cabeza pero resultó una pequeña gatita.

-¿Estas en celo?

Arabella se estremeció y se soltó de los brazos de Cristian para correr y perderse entre los arbustos.

-Jajaja Parece que se volvió a enojar.

Cristian se rió cubriéndose el rostro con la mano.

-...

El sol había salido por completo y la gata ya no estaba en ningún lugar, Cristian solo pudo recordar la sensación y el calor del pequeño animal.

-...fue igual, un sentimiento de comodidad, esa gata no es un animal normal...

Cristian miro el lugar hacia donde se fue la pequeña gata.

-No sentí que hablara con un animal...pero no sentí malicia, al contrario fue cálido.

De repente recordó cuando se quedó encerrado con la reina en el armario haciendo que un ligero rubor apareciera en su rostro.

-... porque recorde eso, primero hablo con un gato y ahora hablo solo, debo estar loco.

Cristian recogió una toalla que tenía cerca y se limpio el rostro.

-...

Parece estar pensando el lago pero negó con la cabeza.

-Si, debo estar loco....

Susurro como si se tratara de convencer desesperadamente.

~Sobreviviendo en una historia Inmoral~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora