Parte 1 Sin Título

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Disclaimer: Los personajes no me pertenecen son propiedad de Masami Kurumada, hago este fanfiction sin fines de lucro y con respeto.

Dedicado a Scarletrose.

Escrito para un evento del club Agujas y Espinas de Saint Seiya Yai Foro.


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Sangre


Había llegado a donde él estaba...


"Afrodita, Milo no ha vuelto de su misión y me informaron que está en un mesón enfermo de una extraña fiebre, se desconoce cómo es que la ha pescado y como es que le ha llegado a afectar de tal manera siendo un Caballero Dorado. Necesito que vayas y... bueno, tu sabes que hacer" Shion se sonrojo y se sentó detrás de su pesado escritorio de madera, revolviendo unos papeles sin levantar de nuevo su vista hacia mí.


Esas habían sido sus palabras exactas, esa misma noche había partido hacia el pueblo que me fue indicado y ahora estaba frete al mesón donde se suponía que estaba Milo. Al entrar y preguntar por él me fue negada toda información, hasta que me identifique, parecía que llevaba en esa condición febril mínimo cinco días, la noticia pese a todos los avances tecnológicos había tardado en llegar debido a que Milo lo había solicitado así, las personas del mesón no se negaron debido a que era un Caballero del Santuario, eso hasta ayer, cuando al fin Milo perdió el sentido después de haberse herido así mismo con Antares.


"Fue horrible" decía la chica que me guiaba hacia su habitación "Escuchamos ruidos y creímos que quizá ya se había recuperado, pero cuando entramos lo vimos clavarse los dedos una y otra vez en el cuerpo, creo que estaba delirando, señor..." me miro algo sonrojada, pero se notaba preocupada de verdad por el estado de Milo, le sonreí para tranquilizarla y puse mi mano en su hombro.


"Tranquila, el Santuario ahora se encargará de todo" llegamos frente a una habitación en un ala solitaria.


Me gire delante de la puerta y abrí con la llave de metal tallada rústicamente que me entregaron, cuando entre la penumbra del cuarto me recibió "Déjenos solos por favor, que nadie venga aquí hasta que yo lo indique" la chica a penas y pudo contestarme con su voz quebrada un escueto y nervioso 'sí' cerré con llave de nuevo, la puesta de madera era pesada, pero me pregunte que tanto podría resistir esa madera y las paredes de piedra en caso de que los delirios de Milo se dieran nuevamente.


Me acerqué a su cama y vi una pequeña lámpara de aceite en el buró, así como unos fármacos y compresas. Parece que había intentado él mismo bajarse la fiebre. Encendí la lámpara ya que si estaba ahí quizá era porque fuese demasiado fotosensible si encendía la luz eléctrica quizá se alterará así que decidí no hacerlo, por el momento.


La tome y fui examinando a Milo -quien estaba aparentemente inconsciente, o demasiado afiebrado como para levantarse- su piel se estaba tornando de un color oscuro nada saludable y sus labios estaban demasiado hinchados, revise sus ojos y estos que parecían no enfocar nada tenían un tinte rojizo en lugar de su característico azul, pase la lámpara a lo largo de su cuerpo, la camisa estaba manchada y rota, tenia agujeros visibles de Antares, pero a juzgar a primera vista no parecía el típico ataque de la Aguja Escarlata, las heridas no correspondían a la constelación de Escorpio, intrigado por esto deje la lámpara encendida sobre el pequeño buro nuevamente y con todo el cuidado que pude abrí la camisa de Milo usando mis manos para rasgar la tela.


Cuando tuve descubierto todo el dorso de Milo pude ver mejor las heridas, y tenía razón no correspondían a la técnica de Escorpio, pero tampoco habían sido hechas en un arrebato febril y frenético, no. Esas heridas estaban hechas justamente en centros nerviosos específicos ¿Pero por qué? La respuesta me llego justo al escuchar unas voces provenientes de la ventana, la cual había sido cerrada incluso con una pequeña puerta de madera y puesta con llave. Sonreí cuando volteé a ver su rostro.
Él había hecho eso seguramente al prever un ataque de alucinaciones con la fiebre, quería evitar dañar a alguien del mesón o incluso a alguien del pueblo. Se había hecho esas heridas a propósito para anularse ciertos centros nerviosos y provocarse caer en cama inconsciente y así en dado caso de morir, hacerlo sin cobrar víctimas.

Sangre (Milo x  Afrodita) -- Saint SeiyaOnde histórias criam vida. Descubra agora