- quiero que me enseñes a ser rebelde!- dije tomándolo de los hombros y acercándolo a mí, aún que claro que tuvo que encorbarse un poco, bueno un poco mucho, ya que yo le llegaba por abajo del pecho
- eh?- comento escéptico el pelinegro con sus cejas elevadas
- lo que escuchaste-
- bueno, por mí no hay problema, pero no creo que sea el indicado para ti, que tal si vas con alguien más, que tal Mitzuya?
- eehh?, Sabes que el no sería capaz de enseñarme eso, siempre me regaña si hago algo mínimamente malo, hasta una vez me regaló por tirar la basura en la calle
- ciertamente- soltó un suspiro pesado y sacudió su cabello frenéticamente, para volver a mirarme serio- está bien, pero no quiero reproches luego-
- está bien, confío en ti - le regale una sonrisa de esquina a esquina, de verdad me había hecho feliz el que aceptará, el chico por su parte me miró sorprendido para luego desviar su mirada hacia otro lado rápidamente
- bien, te veré en la medíanoche en esta dirección- me anoto algo en la mano con una birome y la volvió a guardar en su bolsillo de la chaqueta
- a la medianoche!?, Imposible, no me dejaran salir de casa a esas horas!-
- jah?, Creí que dijiste que querías que te enseñará, bueno, con esto empieza la primera lección, esfuérzate!- me dijo alegremente mientras se daba la vuelta y empezaba a caminar por los pasillos
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Maldición, maldición, maldición, en que mundo esto es una buena idea? Nunca creí que estaría escapando por el rosal de mí ventana ni en mis más locos sueños, pero ahora ya no había vuelta atrás, vi la dirección por décima ves y emprendí mí viaje a paso rápido. Por qué me había citado a estas horas de la noche? Acaso no sabe lo peligroso que es para una chica caminar sola por la ciudad!?, De verdad que está loco.
Unos 45 minutos más tarde me encontraba mirando horrorizada al edificio en frente de mí, estaba técnicamente en ruinas y parecía ser el típico lugar donde se juntaban pandillas para saber quién sabe que tipo de actividades o donde se cometiria un asesinato, y si acaso el planeaba matarme?, Me di una cachetada mental luego de ese pensamiento estupido, y me empuje a entrar al lugar. Con un poco de desconfianza camine por el,hasta que un chirrido llamo mí atención, ya se terminó, que alguien le diga a mí mamá que la amo, asome mí cabeza para ver el origen de aquel sonido, grande fue mí sorpresa al ver a un chico acostado sobre un viejo escritorio de metal.
- esto, disculpe se encuentra bien?- me acerque lentamente pero aún así guardando distancia por si tenía que salir corriendo en caso de que fuera un loco, el misterioso chico tenía la capucha puesta cubriendo así la mayoría del rostro y cabello, giro su cabeza y de la nada se sentó sobre dicho objeto
