Capítulo 30: NO PUEDO MAS

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— Lo dices como si fuera tan fácil

— se que no lo es, pero con ayuda de Dios todo es posible — dijo mientras yo permanecía en silencio — se que el te amaba mucho, y entiendo el por qué estás sufriendo mucho...

— ¿tu también estabas enamorada de él? ¿Cierto?

— Si, así es, pero luego comprendí que él te había elegido a ti y que yo solo sería su mejor amiga

— Lo siento

— no, esta bien, al menos sabia que él estaría con una persona que lo haría feliz y esa persona eras tú, todavía no logro entender por qué el tuvo que irse, pero solo Dios sabe lo que hace.

Julieta me abrazó. Permanecimos así por casi un minuto.

Todos los demás chicos y chicas se unieron al abrazo.

Era lindo saber que tenía amigos que me apoyaban en los momentos más difíciles de mi vida.

[.....]

8 de Julio

Día de la graduación.

Se supone que debería estar feliz y emocionada. Pero no lo estoy, no lo estoy por que me duele que Josh no haya llegado hasta este día.

Me duele saber que él no podrá hacer realidad todos los sueños que tenía.

Y si él no estaba, yo tampoco quería lograr mis sueños.

Me vestí lentamente. La verdad no tenía ganas de ir.

Luego que termine de arreglarme bajé a la sala donde mis padres ya me estaban esperando.

Minutos después nos encontrábamos en el coche rumbo a la preparatoria.

Al llegar aya, pude ver a todos los estudiantes felices por haber logrado una etapa más en sus vidas.

Todos estaban muy sonrientes.

Unos minutos después la ceremonia comenzó.

Primeramente se dio la bienvenida a todos y se presentó a quienes conformaban la mesa de honor.

Luego Michelle se encargó de leer un pequeño mensaje de despedida.

Algunos alumnos y alumnas limpiaban las pequeñas lágrimas que rodaban por sus mejillas.

Después procedieron a entregar los documentos a todos los estudiantes.

Cuando finalizó todos estaban muy contentos, se tomaban fotos para el recuerdo.

Se daban abrazos y regalos.

— Felicidades Denisse, estamos muy orgullosos de ti — mi madre se acercó a mi y me abrazó.

— Felicidades hija, estoy feliz de que hayas culminado una etapa más en tu vida — papá también me felicitó por mis logros.

Pronto mis amigos llegaron a rodearme.

Me abrazaban y me daban sus felicitaciones.

Después nos tomamos varias fotos para tenerlas de recuerdo.

Por ese momento me concentré en vivir el presente y disfrutar de ese momento tan especial.

Mi estado de ánimo cambió, cuando llegué me sentía mal, triste pero ahora estaba tan feliz de poder haber terminado la preparatoria.

Por la tarde nos volvimos a reunir para celebrar nuestra graduación.

Invitamos a todos nuestros familiares, a algunos hermanos de la iglesia, a los pastores y algunos amigos de la prepa.

— ¡Dios les bendiga a todos! ¡felicito a Yareisi, Edward, Julieta, Miranda, José, Rosalie Y Denisse por este logro que realizaron! ¡Todos aquí estamos muy felices por ustedes! — exclamó El pastor David y todos aplaudieron — este día Josh también se graduaria, pero no fue posible ya que Dios se lo llevó antes...

Josh

Al escuchar su nombre no pude resistir más, salí corriendo de aquel lugar.

Escuche como varias personas me llamaban, no hize caso y comenze a correr sin tener rumbo y dirección.

Todo me recordaba a él.

Su recuerdo estaba en todas partes.

Corri y corri...

Cuando mis pies ya no pudieron más cai de rodillas al suelo llorando.

¡Dios! — grite con todas mis fuerzas — ¿por qué te lo llevaste? ¿Por qué me haces sufrir tanto? ¡¡acepté que te llevaras a mi hermana!! ¿Por qué ahora también te llevaste a Josh? ¿Por qué? ¡Dime que hize para merecer esto! ¡¡No puedo más!!

Ya no podía continuar con mi vida.

Primero mi hermana y ahora Josh, el dolor por sus pérdidas se mezcló ahogándome más y más en el sufrimiento.

Cuando levante la vista me di cuenta de que estaba en medio de la carretera.

Todo estaba solitario y en silencio.

— ¡Denisse! — escuche que alguien gritó mi nombre.

Voltee a la derecha y vi a Edward parado.

Al momento que lo vi me pregunte:
¿Cómo llegó hasta aquí? ¿Cómo me encontró? ¿Me siguió? Era imposible, ni yo sabía dónde estaba.

— ¡Denisse! ¡Ven! ¡se que lo extrañas mucho pero debes seguir con tu vida!

— ¡No puedo! — dije entre sollozos.

— ¡ven aquí es peligroso que estes en medio de la calle!

Lentamente me levanté y traté de caminar.

Mis piernas ardían, había corrido mucho.

Corri intentando llegar hasta donde estaba Edward.

Un fuerte ruido se escuchó y el dolor se apoderó de mi cuerpo.

Todo se puso negro a mi alrededor.

Me vi parada en un túnel, todo estaba oscuro, ni una luz, me encontraba sin salida.

De pronto a lo lejos pude divisar una pequeña luz.

Camine hasta ver de dónde provenía, mientras más me acercaba más grande era la luz y más brillante.

Cuando llegue hasta el final de aquel túnel, la luz resplandecio y me cubrió totalmente.

No sabia donde estaba, pero sabia que estaba bien.

EN MEDIO DE LA TORMENTA Where stories live. Discover now