1.

17 3 0
                                    


Sentía como mi pulso se aceleraba.
¿De qué estaba siendo testigo aquel día?.

—Señor Potter—, llamó el secretario.

—Lo siento, ¿Qué era?—, respondió, tratando de aclarar su mente.

Aquellos ojos grises me siguieron la mirada.

Ahora que lo pienso, tal vez debí esquivarla.

—El señor Park se reunirá también con Woosong, así que es una oportunidad...

—Lewis, aquí no, por favor—, dijo, mientras era besado.

—¿Desde cuando te importa donde lo hagamos, perra?—, gruñó el mencionado.

—¡Señor Potter, espere!—, el hombre de traje le siguió.

—El chico dice que no, ¿A caso no has entendido?—, Harry se plantó frente a él, tomando de un brazo al niño rubio, alejandolo de su acompañante.

Tu piel era suave, y delicada. Pensé que podría romperte.

¿Qué tan roto estabas ya?.

—Tú no te metas—, rezongo Lewis, jalando al chico a su lado.

—Lewis, por favor, detente—, imploro el niño.

—Cállate—, dijo el otro.

—No hagas nada, por favor. Sólo vámonos—, pidió, casi de rodillas. Sus piernas temblaban.

Me pregunto, ¿A quien de los dos tratabas de proteger?.

—Tú—, señaló a Harry—, no te metas en mis asuntos. Si quieres follar a esta zorra, debes pedirlo amablemente.

El niño comenzó a llorar. Aún en los brazos de un consternado hombre.

—Basta, no digas eso. Vamos—, trató de soltarse de aquel fuerte agarre.

—¿Estás bien?—, preguntó, mientras el chico le miraba directamente a los ojos. No respondió. Harry sacó de su bolsillo una tarjeta de presentación—. Si necesitas algo, no dudes en llamarme.

—¿Ya terminaste?—, jaló a su pequeño acompañante del brazo,— Vamos, Draco.

Esa noche, mientras ella dormía a mi lado, pensé en lo bello que era tu nombre.

Pensé, en que debía haber una forma de verte de nuevo, Draco.

Muerde Mis Entrañas. Where stories live. Discover now