Capítulo 1

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Marshall

Desde tiempos remotos, la guerra entre naciones ha sido clave importante en la historia de Estados Unidos, como lo fue la guerra con Irak por el ataque sufrido a las Torres Gemelas en mi ciudad natal.

En ese tiempo yo era un adolescente y recuerdo lo que estaba pasando a mi alrededor. Las calles eran un caos, gente llorando por sus seres queridos, reporteros entrevistando a las personas que lograron escapar de los edificios. Personas corriendo de un lado a otro en busca de refugio. El ambiente reflejaba una profunda tristeza al observar cómo los dos edificios se desploman y dolía el corazón al saber que aún había personas dentro.

Desde ese momento supe que quería pertenecer al ejército. Luchar por todo lo que mi ciudad había pasado y "vengar" a las familias que perdieron a sus seres queridos aquel 11 de septiembre.

Mis padres no estuvieron de acuerdo cuando les conté sobre mis planes y que decir de Clarissa Jones, mi novia. No fue fácil decirle, no cuando a Ella le afecta todo lo relacionado a las guerras. ¿La causa? La muerte de su hermano mayor y el que yo me enliste en la guerra saca a flote esos temores que ella ha tratado de ocultar tanto tiempo.

Me duele dejarla, pero ya no hay marcha atrás, las cosas están hechas y hay que enfrentarlas como un buen soldado, como solía decir mi abuelo.

Mi deber ahora esta con el ejército y si debo morir por mi nación será con la frente muy en alto.

Clarissa

Abro mis ojos a causa de un pequeño reflejo de luz que persiste en mi rostro. Molestaba un poco ya que yo quería seguir durmiendo, quería seguir entre los brazos de Marshall Wells, mi vecino y sexy novio. Pasamos la noche juntos ya que mis padres habrían festejado había sido el aniversario de sus padres. Fue una fiesta únicamente para familia y amigos, lo cual termino en un festejo a lo grande. Los señores Wells eran buenos amigos de mis padres desde sus tiempos de juventud en la universidad. Compartieron muchas cosas juntos que decidieron mudarse lo más cercano a las familias, tanto que compraron una casa lo más cercana a los Wells en el mismo barrio de Chelsea, Nueva York.

Querían que sus hijos formaron lazos como ellos y lo lograron. Al principio Marshall y yo éramos un desastre. Peleas absurdas por ver quien era el hijo consentido, celos al ver que él tenía mejores juguetes que los míos. Si, soy una chica a la que le gustaban los juguetes de niños, no me juzguen. Mis padres se dieron por vencidos cuando tenía 7 años y me rehusaba a usar vestidos rosados y esponjosos.

Mi mente deja los recuerdos atrás cuando siento unos brazos apretándose un poco a mi alrededor. Mis padres le dieron autorización a Marshall de pasar la noche en nuestra casa, eso sin dejar pasar la ridícula advertencia de que usáramos protección. Dormir con Marshall es toda una experiencia, desde los ronquidos hasta la notable erección que se clava en mi espalda. Si mis padres entrarán a mi habitación en este preciso momento no habría manera de ocultar la evidencia.

Trato de levantarme de la cama, pero el agarre de Marshall se vuelve más fuerte y hace que este de vuelta a su lado.

- ¿Vas a algún sitio?

- Iré a preparar el desayuno. - me levanto de la cama, pero Marshall alcanza a tomar mi mano dejándome de pie a su lado y sin decir nada, se levanta de la cama sin soltarme.

- Vamos. Te ayudaré a preparar esos ricos waffles que me encantan. – Se agacha un poco y me da un beso, de aquellos que te roban el aliento y te provocan unas ganas de quedarse en cama todo el día.

El trayecto hacia la casa está sumido por un silencio relajante, lo cual supone que mis padres ya debieron irse a trabajar, lo que provoca que el nudo en mi garganta se apriete un poco.

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⏰ Last updated: Mar 17, 2022 ⏰

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