B E T A ||EndeHawks||

||• 02 •||

Cuando llegaron, Hawks se permitió tomar la manito de uno de los cachorros, quien no le dejaba de mirar con pupilas grandes, muy feliz. Endeavor iba algunos metros más adelante, pues sabía la incomodidad que podría ser la cercanía de un Alpha al grupo familia de omegas. Con el beta no había problema, no representaba alguna amenaza.

Incluso parecía una atracción para los niños con su quirk.

El menor sabía la curiosidad que despertaba en los niños con sus alas, no era la primera vez que le miraban fascinados por sus grandes alas, así que no tuvo problemas con que tocaran algunas plumas.

La Omega le miro amable y sonrió con tranquilidad, tomando el hombro del beta, para que la volteara a ver, con un poco de pena.

— El cree que eres un Omega, así que se siente feliz de verte como héroe —ríe un poco avergonzada—

— ¿Un Omega? —Hawks soltó una pequeña carcajada y cargo al cachorro de unos cuatro años— ¿Por qué piensas eso?

— Hueles bonito —murmuro el niño con un puchero acariciando las mejillas del rubio. Keigo sonríe y acaricia sus cabellos—

— Debe ser porque volé entre los pinos llenos de piñones —menciono, entregándole el cachorro a la madre— Pero si un día quieres convertirte en un héroe, no hay problema, ¿Si? —Sonríe— Puedes serlo, no dejes que una casta te detenga...

La Omega agradeció por el cuidado de ambos héroes y se despidieron para entrar al refugio. Endeavor le miro con los brazos cruzados, esperando a que el rubio también le siguiera para volver a la ciudad.

Enji suspiro y se acercó con el fuego de sus hombros encendidos, escuchando una risilla del menor, después de haber estornudado un par de veces.

— Creo que vas a enfermarte —murmuro el Alpha, tocando la frente del beta con seriedad— Creí que con ese traje raro podrías soportar el frio de Hokkaido... —comento, pues el traje de héroe del menor, asemejaba al de un piloto de avión, bastante abrigado—

— ¿Esto? No le creas a la apariencia, lo uso porque me hace ver más relleno —ríe en carcajadas, pues al beta no le parecía atractiva su delgadez— Endeavor-san, es como una fogata —ríe bajito, siguiendo más de cerca al mayor, sin poder evitar estornudar— Lo siento, no soy muy bueno con los climas extremos —admitió, haciendo un ademan—

— Será mejor que está vez vengas en auto... —comento abriendo la puerta del auto para el beta—

— No quiero molestar a tu chófer —ríe bajito, estaba a punto de volar cuando el Alpha atrapo un de sus alas, sin mucho esfuerzo—

— No te estaba preguntando —Suspiro y le hizo una seña para que subiera, a lo que el rubio solo soltó una pequeña risa, siguiéndole al interior—

Keigo quitó sus propios guantes, liberando sus manos ligeramente rojas por el frío del ambiente, comenzando a frotarlas y haciendo calor para liberarse del frío, poniéndolas discretamente cerca del mayor. Claro que Enji se dio cuenta, pero no se molestó.

— Creo que no fue buena idea que nos vigilaras desde el aire todo el camino —comento— Aunque tal vez hubiera sido mejor que estar en el auto, uno de los cachorros estaba determinado a que eras un Omega —comento—

— Si, lo escuché —Comento, relajándose un poco por la calidez del interior del auto— ¿Era el más pequeño verdad?, Debió confundirse —se estiró, bostezando y recargando su cabeza en los brazos grandes del Alpha—

Endeavor no se quejó ni tampoco gruño cuando el beta cae en brazos del Morfeo. Su Alpha ya estaba acostumbrado a la confianza excesiva del rubio en él, incluso si a veces podía parecer sinvergüenzas, a Enji le parecía más raro no sentir su espacio personal invadido por Hawks, al menos una vez al día.