Naturaleza Humana

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Tras esa noche el humano olvido todo lo que le quedaba de cordura o así lo vio el dios, mientras era rebajado como él lo veía, por el alfa, el perdedor más grande pareció olvidarse de sus planes, del hecho que nadie debía saber.

Si alguien hubiera descrito a Sasaki seguramente su punto más acertado sería que era alguien inocente, casi como un niño crecido que intentaba vivir lo que antes se privo, alguien que le encantaba mejorar y con una positividad que arrasaba incluso dioses, pero la verdad es que esa era la máscara perfecta actualmente, esa máscara que le servía para engañar a todos actualmente, principalmente a ciertos humanos que necesitaba de su lado por ahora, claro que esto desde el punto de vista del dios que lo vio cambiar de un maldito rayo de luz que parecía cegar a todos a un desastroso rayo anaranjado casi moribundo que parecía nadie aún notaba, una cosa que observó de acuerdo a como avanzaba su actitud, cada vez que lo tomaba, cada que lo tocaba si no era violentamente subía poco a poco.

Pará el humano el aumento de fuerza resultó ser lo que buscaba la reacción del dios se hacia más frecuente, el poder sentir que era respondido seguía siendo una de las muy escasas formas de respuesta por parte del otro, mientras que ese dios arrogante ya fuera suyo, nadie podría meterse ni el mismo Zeus ya.

Las extensas juntas fueron desechadas incluso del tiempo del humano, aquellas que el dios haría aunque fuera  por línea también, las heridas aumentaron de forma gradual, al igual que las marcas de propiedad o inclusive los daños a zonas sensibles y los celos del humano se descontrolaron por completo.

Cuando llego el momento de que el dios indu de la creación y la destrucción Shiva fuese a verlo, a su hogar para tratar ciertos asuntos que trataban todos los años como una coordinación, fue uno de los detonantes más grandes del humano, ni hablar de él momento en que supo que estaban a puerta cerrada en el despacho, tras las cinco horas de consulta con las cosas que prepararía y acordando todo lo necesario y más relevante el dios se fue, sabiendo que desde ese monto ya debería consultar a Sasaki por las palabras del mismo griego.

Claro que eso a Kojiro no le importo y apenas salió de aquella oficina estirándose un poco aguantando el dolor de algunas marcas que habían dejado en su cuerpo, fue sostenido por el humano arrastrado a la habitación principal, donde el humano disfruto de su cuerpo gritándole que era suyo que le pertenecía, que no podía estar tan cerca de nadie más y aún más cosas, cuando su ira no mengua a durante el abuso terminó poniéndolo boca abajo acariciando la espalda ajena mientras adoraba la suavidad de esta, cuando tomó aquel abrecartas que mantuvo en su poder, jalando los cabellos del dios hacia atrás antes de golpear su rostro en la almohada como si intentará ahogarle con esta, repaso una última vez la pulcra piel y luego comenzó a tallar sin gran importancia sobre esta, dejando grandes surcos por donde la sangre caía a las sábanas, ahí claramente había marcado un “Propiedad de Sasaki Kojiro” mientras murmuraba para que se resignara y obedeciera a su alfa.

Mientras continuaban sus abusos porque aún no había olvidado que quería un cachorro, se había encontrado arañando las heridas sangrantes causando mayor daño en las heridas manchando la espalda ajena con el carmín que salía de estas, tomándolo como más le placiera en ese momento.

Al final había prohibido a Poseidon recibir a cualquier dios o humano, no le importaba nada, ni su estatus aquella “regla” era pareja, aunque eso no fue lo único que cambió cuando el humano descubrió tenía todo el lugar para ellos principalmente, si antes observaba con largos kimono a su omega, ahora daba igual si los llevaba o sólo una fina bata semitransparente u incluso algún traje sexy, que le haya llamado la atención, los fetiches del humano acabaron aumentando como veía lo que podía conseguir en algunos lugares. Claro que también su curiosidad por cómo de regían esos dioses mientras tenía la enorme biblioteca de su omega.