Luz en la Oscuridad (VIII)

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Un nuevo día comenzaba y Langa ya se encontraba listo para partir rumbo a la escuela. Su madre había pasado a primera hora de la mañana a avisarle que estaría todo el día en el hospital, por lo que le enviaría noticias de Reki a penas pudiera acercarse a su habitación para ver cómo se encontraba. El peliazul, había pensado saltarse las clases para acompañar a Reki en el hospital, pero tuvo que descartar la idea de inmediato al saber que su madre estaría de doble turno en el centro asistencial.

Esa mañana dejó su preciado skate en casa para aprovechar los primeros rayos del sol con tranquilidad. Su idea era pasar por el restaurant de Joe probando suerte por si lo encontraba regando sus plantas, y conversar con él sobre algo que había estado pensando desde temprano.

Durante la noche reflexiono mucho sobre lo que podía hacer para que Adam fuera encerrado por lo que había estado haciendo durante tanto tiempo y que terminó con el accidente del pelirrojo. Había escuchado muchos rumores de que lo ocurrido con Reki no era el único incidente provocado por el skater número uno de "S",sino que sus víctimas eran muchas personas que a lo largo de los años había tenido la mala suerte de lograr la atención sádica de Adam, el cual terminó provocando que dejaran el skate para siempre.

Langa no quería eso para Reki, él sabía mejor que nadie el potencial que tenía el pelirrojo y que él mismo negaba. Reki era un skaters excepcional, con una delicadeza única a la hora de patinar, lo que era un deleite para la vista de cualquiera. Langa sabía que los comentarios malintencionados del resto, sumado a su promesa rota había quebrado la confianza y autoestima que el pelirrojo tenía.

Quería reparar su error, quería ser quien alentara a Reki a seguir patinando, quien le hiciera ver lo especial y único que era, pero para que todo eso ocurriera, primero debía encargarse del demonio escondido detrás del traje de torero.

Mientras iba acercándose al local de Joe, pudo ver que afuera del mismo se encontraba un pelirosa conversando de forma acalorada con el peliverde. No estaba en sus planes que Cherry se encontrara ahí, por lo que debía fingir que sólo fue casualidad encontrarse con ellos, no quería ganarse otro regaño además del de su madre.

Maldito gorila, se que buscarás la forma de encarcelar a Ainosuke por lo que hizo con Reki, y te exijo que me dejes participar de lo que sea que estés planeando - gritó Kaoru mientras golpeaba con su dedo el pecho de Kojiro.

Ya te dije que esto no es asunto tuyo, mejor encargate de acompañar a Reki mientras se recupera, eres bueno para reconfortar a la gente, ese es un trabajo mucho mejor para alguien como tú - le dijo con delicadeza Kojiro. Él sabía que era mala idea involucrar a Kaoru en lo que había planeado para vencer a Adam. El pelirosa era demasiado puro como para ensuciar sus manos con este asunto.

Sea lo que sea que decidan, quiero participar - dijo Langa, mientras se acercaba a los mayores. - Tú, pequeño bribón, es mejor que ni pienses en que vamos a dejar que te mezcles en todo este problema. Es algo de mayores - dijo Kaoru mientras apuntaba con su abanico al recién llegado.

Cherry, aprecio tu consejo, pero Adam lastimó a la persona que más quiero en este mundo, ¿Tú encuentras justo que me quede de brazos cruzados viendo como todos pelean contra él?, ¿Qué harías tú si fuera Joe quien resultara herido?, ¿Podrías no mezclarte? - Cuestionó con perspicacia el más joven, buscando bajar las defensas de Cherry. Langa desde hacía un tiempo había notado que la relación de los dos mayores era algo mucho más profundo que una amistad de años, por lo que intuyó que invocar la parte sentimental de Cherry podría darle ventajas para entrar en el plan de los mayores.

Kaoru, no seas necio, es obvio que Langa buscará la forma de hacer pagar a Adam por todo el daño que ha causado - le dijo el peliverde al de lentes, - Ven Snow, entra para que podamos hablar sobre el tema, es peligroso hacerlo en la calle. Este loco tiene ojos y oídos por toda la ciudad y lo menos que queremos es que se entere de que estamos planeando algo - dijo Joe, mientras dejaba entrar al local a los otros dos, para luego cerrar las puertas con seguro. La conversación que iba a suceder ahora, era un secreto que ni el viento debía conocer.

Luz en la OscuridadWhere stories live. Discover now