reмємвer「Keisuke Baji x Reader」

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Los orbes del azebache la seguían con la mirada, compartían algunas clases juntos y durante toda la mañana, ni siquiera la mirada le había dirigido. Desde lo sucedido ayer, en la mañana no le saludo y sólo le habló a Chifuyu.

Escuchó cómo termino de leer haciendo que bajará de su nube, sus orbes no se despegaban de la fémina, y ella lo sabía. 

A la hora del receso, salió del salón sin darle la mirada.

El azebache ya molesto del infantil comportamiento, salió detrás de ella empujando a cualquier persona que estuviera frente a él. 

──_______. ──habló Baji frente de ella, tapando de su vista a Chifuyu.

La fémina ignorando completamente al azebache que obstruía su vista del rubio que parecía incómodo. Dos, tres, cuatro veces le hablaba y ella simplemente ignoraba. Observó cómo se levantaba y se iba de nuevo.

Baji chistó molesto.

(...)

Los alumnos salían del aula que estaba casi vacía, sólo quedaban unos tres alumnos más el profesor.

Guardó sus cosas en la mochila y salió del aula con dirección a su casa, sin embargo, un jaloneo en una de sus trenzas hizo que soltará un quejido mientras era apoyada de manera brusca contra la pared, sacándole un susto.

Los brazos del azebache estaban a cada lado de su nuca, su rostro era serio. Estaba más que molesto. Se agacho un poco más para poder pasar debajo de los brazos de Baji, el cuál colocó su brazo más abajo impidiendo que pasará. 

──Detesto que me ignoren ──chistó molesto el azebache.

_______ alzó una ceja cruzando sus brazos mirando a Baji.

──Claro, mira quién lo dice. El que siempre ignora los demás ──contestó con cierta amargura en sus palabras.

──Perdón ──susurro en tono extremadamente bajo, que casi siquiera se entendió. 

Parecía de verdad arrepentido por lo que había cometido, aunque en el fondo de su corazón lo estaba. Aún mantenía su mirada fija en la fémina que esperaba a que terminará de hablar.

──Mhm, me tengo que ir ──farfullo acomodando su mochila── Chifuyu dijo que está vez me compraría un helado.

Baji chaqueó la lengua, acercó más su rostro quedando a centímetros de la femenina la cuál no controlaba el color rojizo de sus mejillas.

──Sal conmigo ──exclamó con seriedad alejándose de ella── Y no es pregunta, es una orden. Pasaré por ti a las seis.

Le dio la espalda para irse caminando fuera del establecimiento.

(...)

Observaba su cuerpo en el espejo, llevaba vestida una yukata azul oscuro con adornos purpuras, su cabello estaba atado en una sola trenza que terminaba atada con una flor azul.

Bajó los escalones de forma silenciosa, al tomar el pomo de la puerta una voz la detuvo.

──¿Para dónde vas _______? ──una grave voz hizo que dejará de caminar. Al voltear ahí estaba su padre.

──Voy a un festival ──contestó sin soltar el pomo de la puerta.

──¿Has hecho tus trabajos pendientes? 

──Uhm, si ──asintió con la cabeza.

Tratando de evitar la mirada de su padre, observó la puerta para irse sin más.