EPÍLOGO

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—Joder Mau, detente — suplica Rocío —. Le estáis haciendo una zanja al piso de la estación.

—Crisantos no contesta mis mensajes.

Rocío entorna los ojos impaciente.

—Él sabe lo nerviosa que soy. ¿Por qué me hace esto? —. Rocío se limita a sonreír.

La rubia no comprende cómo es que Maura ha durado tanto con Crisantos. Ella misma no comprende cómo sigue extrañando a Marcelo.

—Cinco años Rocío. Llevamos cinco años. Ya se graduó, yo estoy a punto y se supone que llegue hoy para acompañarme a...

—¡Mau!

—¿¡QUE!?

Rocío la toma de los brazos y la gira. Maura se topa con su novio parado riendo en silencio. Ella lo mira furiosa, pero recoge su cabello tras la oreja varias veces. Crisantos la conoce bien. Está más nerviosa que enojada.

—¡Sos un pedazo de ca...!

Él también ha aprendido, que la mejor forma de callar sus palabrotas es plantarle, sin previo aviso, un beso apretado en los labios. Y una vez que se calma, ella le abraza; sin que le importe dónde está, da un pequeño brinco y envuelve las piernas en su cintura.

—¡Basta tórtolos! —Les grita Rocío pegando con el zapato impaciente en el suelo —. Me siento incómoda.

—Cierto — dice Maura apenada, separándose de Crisantos —. Lo siento querida.

Maura abraza a su amiga a modo de consuelo mientras él las mira preguntándose qué pasa.

—Marcelo anda para Silicon Valley — susurra Maura —. Ya no están juntos.

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El tío Roca abraza al mismo tiempo a la pareja. Ambos están impresionados con su fuerza a pesar de su edad.

El ambiente alegre amenizado por la samba, mueve a Rocío a bailar alborotada ante las divertidas risas de la pareja. Los nuevos meseros son un desastre y el tío pierde la paciencia con ellos. Chicas y chicos, bailan, ríen y comen porque Coisa Deliciosa, es el punto.

Rocío se sienta a la mesa y aspira el delicioso aroma de su plato. De pronto, se fija en que Maura y Crisantos se hablan al oído y sonríen lanzándole conspirativas miradas. Ahora es ella la que se pregunta qué se traen entre manos.

—¿Y ustedes qué? —pregunta.

Maura toma las manos de su amiga y su sonrisa se parece a cuando le desea feliz cumpleaños.

—Crisantos y yo, vamos a Brasil —explica la chica.

—Me alegro —, explota la rubia.

—E voce virá com a gente —añade Crisantos, dejando a Rocío con la misma mirada desconcertante al no entender ni media palabra.

Maura le pega con el codo a su pareja, provocando que el joven suelte una risa divertida y traduzca.

—Y tú vendrás com nosotros.

Rocío no reacciona de inmediato, su sonrisa se va asomando lentamente.

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—¡Rocío, que me subís el vestido! — Grita Maura a su amiga que trata de quitarle la toga de graduación en el baño del aeropuerto.

—Lo siento, los nervios —responde la rubia.

Cinco Deseos [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora