Eran las 6:50 pm, era algo tarde para estar a esas horas en la ciudad sabiendo que al día siguiente grabarían las primeras escenas de la película. De hecho estaba todo listo para grabar, solo faltaba el protagonista y el elenco en acción.

—Bien, que bueno que llegaron— soltó Michelle frente al estacionamiento— Nos tenemos que ir, vamos a cenar y hay que prepararse para empezar con las grabaciones mañana.

Dicho esto todos se subieron a las camionetas negras y blindadas. Jojo, Jace y Lilian iban juntos. Jojo empezó a hablar con la chica castaña la cual se veía contenta porque había conseguido ganarse varios premios como una camiseta, ositos de peluche, y objetos para casa.

—Yo también gané unas cosas. Los osos que trae Jace los gané yo, solo que se los regale— señaló Jojo a aquel rubio quien seguía abrazando a dichos peluches mientras veía por la ventana.

—Es lindo...

—¿Quién? ¿Jace?

—No, o bueno sí. Pero yo me refería a ese osito azul— soltó la castaña.— Además Jace tiene novia, ¿no? Se llama Isabela.

—Ah...— iba a empezar a decir la rubia pero luego recordó que su amigo estaba aún lado. Y aunque fuera una celebridad no era correcto estar comentando lo que es su vida privada, simplemente no le gustó la idea— No soy quien para decirte sobre la vida de Jace.

Jace hizo como si no hubiera escuchado nada de aquella conversación la cual para él se estaba volviendo incómoda. Seguía viendo hacia la ventana, la cuidad estaba muy linda. La noche estaba entrando y las luces de la ciudad de Ottawa alumbraban todas las avenidas con colores brillantes de color oro y azul, los edificios más altos tenían luces de colores que cambiaban cada tres segundos. Las personas caminaban por las banquetas de la ciudad saliendo de las tiendas comerciales con bolsas.

—Es aquí chicos...— anunció Michelle mientras su personal bajaba de la camioneta.

Los últimos en bajar fueron Jojo, Lillian y él. Los asistentes de Michelle los dirigieron a un bonito y prestigioso restaurante el cual estaba decorado con temáticas de cabaña, pues todo se veía muy cálido y hogareño. Las familias estaban disfrutando de una linda cena, los amigos reían mientras tomaban algo de vino y el ambiente musical era lindo y cómodo.

Un mesero los sentó a todos ellos en una gran mesa la cual era para diez personas. Era redonda y de una madera muy linda de un café brillante la cual estaba pulida. Las sillas eran de madera y tenían unos pequeños cojines de color rojo vino que combinaban con la arquitectura y los colores del restaurante.

—Jace siéntate aquí— dijo Jojo.

Jace asintió y se sentó entre un asistente de Michelle y la rubia. Los meseros no tardaron en traer los catálogos del menú, todos reían, hablaban entre ellos pero el único que estaba sin hablar era él. Pues no tenía ganas de nada, como se le estaba haciendo costumbre. Le dijo al mesero lo que quería cenar, al igual que sus compañeros.

Daniela quien estaba sentada frente a él, preguntó:

—Jace, ¿Estas bien? Te noto extraño.

Los meseros empezaron a traer las entradas las cuales consistían en piezas pequeñas de carne con cremas a un lado y verduras cortadas en formas delgadas. Jace frunció el ceño en dirección de la morena quien tenía una ceja alzada, no quería sonar grosero, porque tenía ganas de decirle que lo que le pasara no le debería de importar. Pero no podía desquitarse con alguien quien solo se está preocupando por él, así que solo respondió un ligero:

—Sí.

—¿Seguro?— preguntó de nuevo la morena.

—Ah, si, si, estoy bien. De mara...

𝙏𝙬𝙤 𝙜𝙞𝙧𝙡𝙨, 𝙤𝙣𝙚 𝙝𝙚𝙖𝙧𝙩 | jace norman Where stories live. Discover now