Miyas

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arale-chan

— Aquí vamos de nuevo — se dijo mentalmente mientras hacía su tarea

Tal y como lo pensó, cierto rubio entró en su habitación.

Sus grandes brazos se apoyaron sobre sus hombros, y como si fuera un niño, empezó con sus insistencias matutinas.

— mi querida y pequeña hermanita, ven a jugar voleybol conmigo —

Su orgullo le dolió, fue ignorado olímpicamente.

Y así se quedó por un largo tiempo, insistiendo y siendo ignorado. Hasta que la salvación en persona llegó. El llamado de la gloria.

— El almuerzo ya está — se escuchó gritar a samu desde la cocina.

Como un rayo de luz los hermanos salieron disparados hacia allí, de por medio peleando por pasar por las puertas.

Ante los pies de Osamu, dos diablos aparentando ser ángeles, expectantes a que la olla fuese apoyada sobre la mesa.

Los pasillos de inarizaki estaban vacíos, puesto que era fin de semana, y la mayoría no venía, solo los participantes de algunos clubs venían a practicar, así era con los gemelos Miya.

— quedate y entrena con nosotros — rogaba tironeando la manga de su hermana cierto rubio.

Una palma impactó en su nuca, sacando una queja del rubio, que miró con desagrado a su gemelo.

En cuestión de minutos fueron llegando algunos integrantes del equipo.

— te irás, no? — susurró el peligris

— si, no quiero que se me haga tarde — respondiste acomodando tu mochila en la espalda.

— está bien, no llegues tarde — besó fugazmente la cabeza de su hermana y ambos se fueron a sus actividades.

_____ caminaba apuradamente, por no decir corría, para llegar a la sala de prácticas.

Sus hebras ____ fueron sujetadas con fuerza y prolijamente por una liga color roja. Posteriormente, suspiró profundo, dando paso a que sus manos comenzar a danzar sosteniendo entre una de ellas el final del cuello del instrumento y con la otra su arco.

Comenzó con melodías suaves para luego proseguir con unas más movidas, por así describirlas.

Sin mirar siquiera un momento, terminó su obra. Haciendo un saludo al terminar como de costumbre, para luego volver a empezar nuevamente.

La oscuridad afuera del edificio comenzaba a hacerse presente. ___ Se había tomado unos minutos de descanso, cuando su teléfono vibró. Encendió la pantalla del dispositivo, encontrando un mensaje de su academia de música particular. Podía no resaltar en la escuela, siendo una alumna regular y, sorpresivamente, su parentesco con los famosos gemelos Miya no era tan conocido, más bien, nomuchos lo sabían, exceptuando su circulo social de amigos.

El mensaje en cuestión era una invitación para un concierto, solicitando su presencia en el escenario. No era su primer evento ni nada por el estilo, más bien era el número 15 al que asistía.

Aún con su teléfono en manos, recibió un mensaje de samu. Estamos limpiando  avisó.                    Como ya era su costumbre, los esperabas en las afueras de la biblioteca porque querías paz para leer  a veces era cierto pero solo muy pocas ibas realmente a leer.                                             Guardaste con sumo detalle tu preciado violín en tu lugar correspondiente, apagaste las luces y te retiraste.

Haikyuu one shots [PEDIDOS ABIERTOS]Where stories live. Discover now