Tres ⚡ Rudo

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Desde que Jihoon estaba en la preparatoria el pelirrojo tuvo está, capacidad por así decirlo, de meterse en peleas, tenía un especial don para llamar la atención de matones y uno mucho más especial de nunca quedarse callado y saber usar los puños, en la preparatoria siempre se mantenía en la oficina del director por ello y si no fue expulsado era porque concordaban en que eran los demás quienes empezaban la pelea, estando en la universidad llegó a pelear solo en dos ocasiones con molestos compañeros que pensaban que era buena idea tomarlo como saco de box y ahora una tercera vez por defender a un enano de cabello rosado.

—Quien diría que son unos estúpidos rencorosos— Burló el pelirrojo observando a los mismos tres chicos que había golpeado hace unos días.

—¿Todavía te atreves a hablarme así?— Le pregunto Sungchul golpeándolo una vez más, Jihoon solo escupió un poco de sangre por el nuevo golpe recibido en la boca, le dolía como el infierno, pero aun así solo se rio un poco molestando más a sus atacantes, joder, era un injusto tres contra uno. Al terminar sus clases y lograr evitar a Mashiho todo el día decidió fumar un rato en la parte posterior del edificio, no había nadie lo que le pareció un alivio hasta que vio a los mismos tres chicos de hace unos días, le había preguntado a Mashiho si estos lo habían vuelto a molestar, pero este le dijo que solo lo ignoraban.

—¿Qué? ¿Todavía les duele el orgullo?— Pregunto entre risas el mayor logrando zafarse del agarre de uno de sus brazos para golpear de lleno a Sungchul en la nariz, manchándose un poco con la sangre que empezó a brotar de esta mientras que el moreno maldecía y le volvían a tomar los brazos ahora con más fuerza que antes, estoy jodido, se dijo a sí mismo cuando el chico con la nariz rota se le abalanzó a golpearlo una vez más.

—¡Maldito!— Exclamo Sungchul al sentir un fuerte golpe en la espalda que lo dejo en el suelo por algunos minutos, Jihoon se sorprendió al ver a Mashiho sosteniendo un trozo de madera seguramente de alguna de las sillas rotas que habían dejado cerca de donde estaban, el pelirosado temblaba como gelatina mientras lo veía con una expresión asustada ¿Había sido el quien golpeó a Sungchul? No perdió más tiempo preguntándose cosas, simplemente aprovecho la distracción de quienes lo sostenían de los brazos para zafarse del agarre y golpearlos para correr hasta donde estaba Mashiho y arrastrarlo fuera de ahí.

El japonés no dijo nada, solo trato de seguirle el paso a Jihoon hasta que estuvieron lo suficientemente lejos, el pelirrojo sabía que los otros tres estarían furiosos y que seguramente querrían arremeter contra Mashiho por lo que no podía permitir que este se quedará cerca ¿Por qué? Porque no iba a permitir que intentarán golpearlo ¿Por qué? No estaba seguro, pero el bajito lucía tan... Pequeñito y delicado que no soportaría ni uno de los golpes.

Ambos terminaron sentados en el césped en un pequeño parque cercano a la universidad.

—¿Acaso estas-

—Lo siento— Lo interrumpió el menor cuando Jihoon estuvo a punto de preguntarle si estaba loco acaso para golpear así a alguien que casi lo doblaba en tamaño.

—¿Lo sientes?— Pregunto el pelirrojo sin entender por qué se disculpaba, asustándose un poco cuando Mashiho parecía a punto de llorar.

—Te golpearon otra vez por mi culpa— Murmuró el menor señalando su labio roto, no quería llorar, no era un bebé que lloraba por cualquier cosa, pero se sentía culpable porque Jihoon seguía metiéndose en problemas por defenderlo a él y sin notarlo ya estaba dejando salir algunas lágrimas que seco con torpeza.

—¿Qué? Claro que no es tu culpa, no tienes que disculparte por algo que no hiciste— Jihoon no sabía que hacer mientras que Mashiho lloraba bajito en su sitio sintiéndose realmente culpable por ver al mayor así.

—Perdón por ser una molestia— Balbuceo el menor encogiéndose aún más en su lugar, Jihoon no entendía de dónde este chico había sacado el valor para golpear a alguien por la espalda con un trozo de madera cuando solo lucía tembloroso y ahora lloraba y se disculpaba por demasiadas cosas.

—Oh vamos, tú no eres una molestia ¿Por qué te disculpas por eso?— El pelirrojo estaba a punto de entrar en pánico, nunca supo cómo tratar con personas que lloraban, era extraño, no sabía si se supone que debía abrazarlo, o solo dejar palmaditas en su cabeza como si fuese un cachorrito.

—¿No soy una molestia?— Pregunto el japonés dejando de llorar por un momento, observando a Jihoon que empezaba a sentirse nervioso por no saber exactamente qué hacer.

—No, ¿Quién dice que eres una molestia?— Murmuró el pelirrojo no muy seguro de sus palabras.

—Tú— Acuso el menor observándolo con una mueca.

—Cierto...— Jihoon recordó que el mismo había sido quien le decía al japonés que dejara de ser una molestia, no era su culpa, Mashiho era quien lo molestaba enviándole mensajes a cada rato o queriendo estar con él en cada momento libre que tuviesen de sus clases, ahora se arrepentía un poco de haberle dicho al menor que no era una molestia.

Ellos terminaron en el pequeño departamento del mayor, Jihoon con sus heridas ya curadas y algunas curitas con estampados de estrellas y corazones en sus puños y rostro y Mashiho con un pote de helado de fresas mientras le contaba muchas cosas al pelirrojo que no le prestaba atención, ya que solo se preguntaba a sí mismo que estaba haciendo con su vida en esos momentos, le había dicho a Mashiho que no era una molestia cuando el menor era casi insoportable y ahora lo tenía en su pequeño sofá luciendo ridículamente adorable mientras comía helado, su nariz seguía un poco roja luego de haber llorado lo que solo lo hacía lucir un poco más tierno y a Jihoon le preocupaba empezar a considerar "adorable" al japonés.

—Aunque también tengo un poco de miedo...— Murmuró el menor tomando un nuevo bocado de su helado, Jihoon no lo había estado escuchando del todo, pero le preocupo esa última frase —Fui yo quien golpeó a Sungchul, por lo menos es viernes y no tendré que verlo hasta el lunes, pero siento que ahora sí va a golpearme— Mashiho no pudo evitar temblar un poco de solo pensar en ello, nunca se había metido en una pelea antes y no quería ser golpeado.

—Él no te hará nada así que no tienes por qué tener miedo— Aseguro el pelirrojo mirando a los ojos a Mashiho —No voy a permitir que te toque.






Bad Boy ⚡ MashihoonTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon