𝑪𝒍𝒊𝒄𝒉𝒆 |•𝑯𝒚𝒖𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈

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Era un día más en el salón de ensayo, no tenía ni idea cuánto tiempo permaneció en aquel lugar, pero tampoco le interesaba saber, lo único que quería era terminar todo mientras disfrutaba del tiempo que disponía antes de irse del salón.

Empezó a sonar la musica, una melodía suave y armoniosa retumbaba en todo el salón, siendo "arcade" la dueña del sonido que invadía los oídos del castaño.

Cerró sus ojos y movimientos empezaron a salir de él, moviéndose con tal delicadeza que lo caracteriza, dejando llevar su cuerpo hacia direcciones aleatorias tal hoja en el viento.

Suavemente levantó una de sus manos para finalizar con el paso el cual cerraría la coreografía, pero fue interrumpido por uno de sus compañeros y mejores amigos, había llegado con una botella de agua en sus manos.

—Descansa ya, la presentación será en unos meses, aún falta demasiado para que te presiones tanto.—El chico con cabellera rubia extendió su brazo junto a la botella de agua y le miró con una expresión de total preocupación.

El castaño que anteriormente bailaba como si su cuerpo fuese tan ligero como una pluma, le dirigió la mirada algo confundido, pero finalmente retiro su vista y tomó la botella que su amigo le ofrecía.

—Tal vez tengas razón, estoy muy cansado...pero podría seguir bailando lo que resta de día. Aunque tu también deberías ayudarme a construir las coreografías de vez en cuando, Minho.

—Podría, pero me gusta ver cómo armas las coreografías solo con escuchar el ritmo de la música.—dijo Minho, intentando justificarse ante la poca ayuda que le brindaba al castaño.

La realidad era que Minho era una persona muy poco activa, podría hacer la cosas, pero prefería no gastar tiempo ni energía en eso, más aún sí podía aprovecharlo con otra cosa, principalmente, guardaba esas energías para dirigir las coreografías en grupo y ese tipo de cosas, dejándole lo importante y más tedioso a su mejor amigo.

—Como te decía, deberías descansar, pero si prefieres quedarte aquí bailando toda la tarde y noche, por mí está bien mientras que te hagas cargo del salón.

Ambos rieron, pero por mucho que quisieran, no se tenían permitido quedar bailando día y noche, más específicamente ese día, debían descansar y juntar energía para las audiciones que serían en un día, reclutarían personas para la presentación que tendrían en unos cuantos meses. El castaño era encargado de elegir y evaluar a los grupos con algo de ayuda de Minho y Felix, en otras palabras, ellos serían los jurados, por lo que no podían darse el lujo de llegar tarde.

Después de tomarse un tiempo para pensar bien lo que debería hacer, decidió tomar su descanso e irse a casa. Tomó su chaqueta y se marchó poco después de despedirse de su amigo.

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Apreció la vista que pensó que no vería en todo el día, en verdad era todo tan hermoso que llegó a pensar que lloraría en ese mismo instante.

El cielo azul grisáceo, las hojas anaranjadas que caían suavemente danzando junto el viento, sentía la fría brisa que rozaba su rostro, definitivamente disfrutaba de ese momento y se quedaría un buen rato para disfrutar del precioso panorama que tenía, tirando a la basura sus planes de ir a casa.

Buscó una banca y se sentó en ella, observando cada pequeño detalle que el otoño le brindaba. Uno de esos detalles, fue un chico, su pelo era negro, sus mejillas regordetas y una estatura considerablemente baja, únicamente los separaba una distancia de un metro o menos, podría escuchar todo lo que este chico hacia y decía.