Mi Pianista~Abraham Mateo

Capítulo 28: "El día de la grabación"

¿Preparadas para el Antepenúltimo capítulo de Mi Pianista? ¿Listas? ¡Porque ahí va!

Nataly POV.

Era la 1pm del día previsto para grabar la canción en el estudio. Me había tomado un bus para no molestar ni a Elisa, ni a Liam. Estaba feliz, por fin podría grabar mi primera canción. Me sentía nerviosa, pero sabía que Fraag y yo lo haríamos bien.

Antes de llegar al edificio pasé por una pizzería. Ya que a esta hora estaban todos normalmente comiendo, pensé que podría compartir algo para los del estudio.

Pagué la pizza y fui con la caja hasta el edificio. En la entrada saludé a Alexia y pregunté por Fraag para comenzar a grabar.

- Está en el estudio donde se vieron por primera vez.

Asentí y fui hacia allí. Al entrar en el estudio, solo encontré a Fraag de espaldas.

- Hola Fraag- saludé-. Traje pizza, por si alguno tenía hambre.

Sonreí. Él no se movió.

- Deja la pizza en la mesa donde están las botellas de agua- respondió muy seriamente.

Asentí extrañada por la seriedad de su voz. Hice lo que me pidió, pero cuando me di la vuelta. Fraag me acorraló poniendo sus brazos uno a cada lado de mi cadera.

- Fraag ¿qué estas...

Puso un dedo sobre mis labios indicándome que me callara. Veía tristeza en sus ojos. Se acercó a mi oído para murmurarme algo al oído:

- Lo siento Nat, de veras lo siento. Pero tienen a Emma y me dijeron que si no hago esto le harán daño. Tienes que entender.

Asentí, sintiendo como las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

- Tranquilo, lo entiendo- murmuré lentamente.

Asintió separándose de mí. Pude ver que algunas lágrimas caían por sus mejillas. Me preparé para lo que venía. Él comenzó a desabrochar la camisa azul que traía y dejaba pequeños besos por mi cuello. Yo trataba de aguantar las lágrimas; pero ya no tenía fuerzas para aguantar, así que comencé a llorar desconsoladamente. Pude sentir como a Fraag le pasaba lo mismo, solo que él lo controlaba un poco más. Trataba de apartarlo colocando mis manos en su pecho, pero sabía que era imposible, sabía que él no se iba a mover. Me maldije a mí misma, me maldije por no haberle hecho caso a Abraham y haberme enojado con él por esto. Era esto a lo que se refería, él realmente quería protegerme. Y ahora lo necesitaba más que nunca. Miré mi pulsera.

- ¡Abraham te necesito!- Grité con todas mis fuerzas, haciendo que más lágrimas bajaran por mis mejillas.

Sabía que era estúpido, él no me iba a escuchar.

Y como si de un superhéroe se tratara, algo tiró la puerta abajo. Era Tony, quien venía con Abraham pisándole los talones. Tony se acercó a Fraag y le propinó un puñetazo. Aunque Fraag había salido volando hacia un costado de la habitación, no tenía muestras de sangre en la cara. Abraham se acercó a mí y me tomó de la mano para sacarme de ahí. Miró hacia Fraag y sin emitir sonido, pude leerle los labios: había dicho "gracias".

- Todo esto estaba planeado- murmuró Fraag-. Nunca te haría daño Nat.

Asentí lentamente y Abraham me sacó de allí. Sentía que más lágrimas rodaban por mis mejillas, pero no podría articular palabra. Cuando vi a Alexia con esa estúpida sonrisa en el mostrador de la entrada, junté todas mis fuerzas y me dirigí hacia el escritorio con el semblante sombrío.

- ¿Qué pasó Nataly?- preguntó con una sonrisa inocentemente falsa en el rostro.

- Guárdate las preguntas en donde no te da el sol. Renuncio.

Y luego de eso, volví a tomar la mano de Abraham para ir hacia el auto de su hermano. Me senté en el asiento trasero y Abraham hiso lo mismo. Tony se sentó al volante y comenzó a manejar. Estábamos todos en silencio. Miré hacia Abraham y comencé a llorar otra vez. Lo abracé y sentí como me estrechaba fuertemente contra su pecho.

- Lo siento- traté de hablar mientras lloraba-. Debí... Debí creerte. Debí creer en ti Abraham. Soy una idiota.

- No digas eso- susurró.

- Tú intentaste protegerme, y yo como una idiota fui en tu contra.

- Tú no sabías nada de esto.

Trataba de calmarme mientras Abraham me acariciaba el pelo lentamente.

- Tienes la pulsera puesta- dijo intentando cambiar de tema.

- Claro, ¿Por qué no me la iba a poner en un día que iba a ser tan importante para mí? Aunque fue una completa mierda.

- ¿Y qué tengo que hacer yo para que este día se convierta en uno genial?

- Primero: dejarme en mi casa. Segundo: Me tienes que invitar a ir por un helado.

- ¿Solo eso?

- Solo eso.

Sonreí, necesitaba como sea medio kilo de helado. Era increible cuan rápido me hacía cambiar de humor este chico.

- Bien, será lo que la princesa diga. ¿Te parece si nos encontramos en la plaza a las 4pm?

- Ok.

Nos quedamos en silencio mientras Tony conducía hasta mi casa. Cuando llegué me despedí de ambos y le prometí a Tony que saludaría a Elisa de su parte. Subí en el ascensor a mi casa, saludé a Liam y a Elisa. Les conté lo que había pasado en el estudio y, luego, me metí al baño a ducharme. Ellos me dejaron tranquila porque sabían que no estaba de humor para hablar. Puede que ya me hubiera calmado un poco, pero me sentía sucia, demasiado sucia. Tardé como una media hora en salir. Luego me preparé para ir a la plaza. Me puse un vestido color rosa con breteles y un chaleco de jean encima. Unas sandalias blancas y un collar con una llave. Mi pulsera en una mano, esa pulsera nunca faltaba.

Cuando terminé tomé mis cosas y salí de casa. Elisa se ofreció a acompañarme, ya que estaba preocupada por lo que había pasado y quería que llegara sana y salva al lugar. Me reí ante su comportamiento, no me iba a pasar nada malo.

Abraham POV.

Me encontraba esperando a Nataly en la plaza media hora antes de lo planeado. No quería llegar tarde a nuestra cita justo hoy, ella me necesitaba.

Me sentía culpable en parte por haber dudado de Fraag. A él lo obligaban a hacer esas cosas, él no quería. Me había llamado antes de que Nat fuera a grabar porque quería que fuera en su rescate, ya que tenían a su novia y podrían hacerle daño si no cooperaba. Y verla a ella en esa situación hiso que se me partiera el corazón.

Por eso en este momento tenía que estar con ella más que en ningún otro. Si no fuera así, la pulsera se la habría dado en vano.

Me encontraba mirando unos pájaros que se encontraban sobre un árbol cuando una mano cubrió mis ojos. Sonreí pensando quién podría ser.

- Hola Abraham.

Dejé de sonreír. Esa no era la vos de Nataly.