-¡TE ESTOY DICIENDO QUE MAÑANA IRÉ!- gritó Aiden.

Se escuchaba como le gritaban a través de la otra línea, pero no se entendía.

-¡NO TE PASES QUE NO ERES MI JEFE!

Volvió a escucharse como su padre le gritaba.

-¡Y DALE! ¡DILE A LA GARRAPATA QUE TIENES AL LADO QUE SE CALLE O EL PRÓXIMO NAVAJAZO SERÁ A ELLA!

Entonces colgó y yo me puse bien en el sofá cuando apareció en el salón.

-¿Todo bien?- pregunté.

-Si- dijo el sonriendo -problemas en el trabajo, no te preocupes ya mañana vuelvo.

-No tendrías que haber faltado.

-A ver si te enteras que lo primero eres tú, lo segundo tú y lo tercero tú. Y ya luego está todo lo demás.

Con una persona así a tu lado, era imposible no superar algo.

El siempre me repite que soy fuerte, pero lo que no sabe es que el, es el que me da la fuerza que necesito.

**

Por la mañana, el despertador sonó a las siete. Siempre suele sonar a las seis y media, pero Aiden quiere estar cuando lleguen los guardaespaldas para hablar con ellos.

A saber...

Me levanto de la cama detrás de Aiden y me arrastro hasta el armario, donde cojo una sudadera azul suya y unos pitillos negros.

No tenía ganas de arreglarme, así que me hice un moño, me lave la cara y los dientes mientras el se duchaba.

Aiden si se arregló, no le quedaba más remedio que ir con camisa al trabajo, aunque debería ir en traje, el usa vaqueros y camisa.

Me quedé mirándolo como se abrochaba la camisa.

-¿Necesitas ayuda?- pregunté.

-¿Te estas ofreciendo?

No habíamos hecho nada desde aquella noche y el lo había respetado.

Pero de eso ya hacía un poco más de una semana y una tiene sus necesidades.

Me acerqué a él y empecé a abrocharle la camisa.

-Creo que te estas confundiendo- dijo y me confundió el a mi- la estás abrochando ¿no tendrías que desabrocharla?

Sonreí.

Pero empezaron a llamar al timbre y Aiden suspiró.

-Supongo que habrá que esperar- dijo separándose de mi para abrir la puerta.

Cuando abrió la puerta, dos hombres altos y anchos aparecieron.

Me acerqué a Aiden y me sentía enana al lado de esos tres hombres tan altos.

-Buenos días jefe. Yo soy Lucas- dijo el primero.

-Buenos días jefe. Yo soy Marcos- dijo el segundo.

-Buenos días chicos- le contestó Aiden dándole la mano a ambos -Ella es Aly, la persona de la que estaréis a cargo.

-Hola- dije en voz baja.

-Vamos a dejar algo claro- dijo Aiden juntando las manos -No quiero malentendidos. Ella es vuestra prioridad. Si estáis a cargo de ella, tendréis que estar dispuestos a dar vuestra vida por ella. Nadie se acerca, nadie la toca y mucho menos nadie que se llame Scott ¿Entendido?

-Si, jefe- dijeron a la vez.

-Quiero enterarme de cada paso que deis con ella, de cada cosa que ocurra y por supuesto, no la dejáis sola en ninguna circunstancia. Si algo le llegase a pasar, será vuestra responsabilidad y obviamente no me hago responsable de mis actos. De casa al campus y del campus a casa, a no ser que sea informado con antelación de que saldrá ¿Estamos?

-Si, jefe- volvieron a decir a la vez.

-Sus amigos comunes son; Sebastian, Amber y Tyler. Cualquiera que no se llame así, no tiene permiso para acercarse a ella.

Ellos afirmaron con la cabeza.

-Repetid los nombres- le ordenó Aiden.

-Sebastian, Amber y Tyler- dijeron a la vez.

Parecían dos rocas.

Creo que Aiden se estaba pasando, tampoco corría riesgo de muerte.

Cállate que me aburres.

Suspiré.

-Muy bien, pues si todo está claro, adelante que tiene clases y no puede llegar tarde- dijo Aiden.

Cogí mis cosas y me dio un beso antes de que las dos rocas andantes se pusieran detrás mía.

Me subieron a un coche negro, entero, hasta los cristales.

Cuando llegamos al campus aparcaron lo más cerca posible y me abrieron la puerta antes de bajar.

Madre mía...

Iba andando con dos rocas andantes detrás y la gente me miraba raro.

Amber se acercó partiéndose de risa.

-Te quedan muy bien- dijo acercándose para darme un abrazo.

Pero Marcos o ¿Era Marcos o Lucas? No se, alguno de ellos se puso en medio.

-Tranqui amigo, soy Amber- dijo mi amiga.

-Esta autorizada- dije.

El confirmó por el pinganillo y Amber me dio el abrazo.

Esto era lo que me esperaba...

Enséñame a olvidar #2 |+18| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora