Amormetro [Luberto]

26. epílogo

Una niña de tres años corría por los pasillos de una casa dirigiéndose con entusiasmo hacia la alcoba de sus madres

-Giulia, Giulia!- exclamaba aquella niña de tez morena oscura, ojos color avellana, cabello rizado y de tono pelirrojo oscuro, la cual tenía más pecas de las que alguien pudiera contar

- Stella, peut-être que ta taille et ta fatigue sont les mêmes?- preguntaba Adelie con cansancio

-pero dijeron que las despertara!, Hoy es la boda del tío Alberto y de Luca!- grito con emoción la pequeña Stella Marcovaldo - Chevalerie alzando sus brazitos con felicidad

-ok, Giulia y Adelie en un momento se levantan- contesto la pelirroja cansada mientras que esa frase se difuminaba en un ronquido

-Giulia!- dijo la pelirroja castaña en tono de broma

-ahi vamos- contestó la mayor de tez oscura con emoción

Habían pasado 10 años desde que ambos mounstros marinos se conocieran, para después formar una amistad que evolucionaría en un amor agridulce de cada verano, cada Junio era como un oasis en el desierto para ambos, tenerse frente a frente era algo que los hacia completamente felices; desde que Luca salió de la universidad, que había sido un año antes, la pareja no se separaba para nada, incluso comenzaron a vivir juntos en un departamento en el mismo pueblo pesquero de Liguira, pero fue en el cumpleaños número 24 de Alberto, en ese 12 de Noviembre cuando la promesa que hicieron esa misma pareja cuando eran adolescentes se hizo más formal

No es que haya olvidado el tema, pero el hecho de que habían aplazado el tema por casi una década le hizo pensar en dejar esa ocasión para después hasta que Luca le dió la rebanada de pastel a su novio y este casi se ahoga por el anillo que había en ese trozo de pastel que pertenecía a su pareja

Después de darse cuenta de que se trataba de un anillo el de.mirada avellana dijo "perdón pero ¡Sorpresa!" De forma tímida tras haber visto como casi mataba a su futuro esposo por darle una sorpresa, el contrario lloro de felicidad cuando se dió cuenta de lo que trataba esa sorpresa que lo había tomado tan desprevenido