Querida C...

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"No me gusta perder ..."

El mismo balbuceo continuó como había sido durante una hora o tal vez más, era el mismo tema también. Pero Phipps tenía otros deberes de suma importancia que atender en lugar de prestar atención a su compañero, el polluelo recién nacido que cobijaba entré sus manos era una de esas prioridades. Un polluelo recién nacido necesitaba calor, antes que nada, tenía que sentarse muy quieto en el carruaje, agradecido de sus guantes que eran especialmente útiles para cumplir con su tarea. Una vez en el palacio, tendría que establecer el hábitat perfecto para el pequeño animal. Había tanto que hacer, pero un mayordomo de primera clase siempre estaba preparado, por lo que la tarea no debería ser difícil. Pasaron unos minutos más antes de que Grey finalmente se quedara sin energías para seguir quejándose. Al menos eso pareció por la forma en la que al fin se reclinó en los cojines del carruaje y estiró los brazos, manteniendo el ceño fruncido mientras miraba por la ventana. El silencio fue un regalo que duró muy poco tiempo, el polluelo recién nacido, de un color amarillo fuerte, cacareaba cada vez que el carruaje parecía pasar por un camino rock. Posiblemente buscando la protección de la madre que no tenía, ¿de dónde había salido el huevo fertilizado?

"¿Por qué trajiste eso, de todos modos?"

Preguntó Grey una vez que parecía haberse recuperado emocionalmente de su último berrinche. Aun así, en su tono de voz todavía parecía haber resentimiento, pero parecía algo agotado como para seguir quejándose por lo mismo de antes. Después de todo, había sido un día bastante activo en la mansión Phantomhive. E incluso así de cansado, parecía que Grey había encontrado algo más por lo que estar molesto. ¿Y cómo no iba a estarlo? Esa criatura pequeña, esponjosa y amarilla era un recordatorio del montaje orquestado por el mayordomo que había "engañado a La Muerte". Peor aún, un recordatorio de perder ante el cachorro de la reina. De nuevo.

"Es nuestra responsabilidad cuidarlo, estábamos sosteniendo el huevo"

Remarcó Phipps con su tono tranquilo y habitual, el tema actual era algo que ya había estado esperado, lo vio venir. El disgusto de Grey por la única cosa que causó su fracaso ya fuera un juego o no, habían perdido. Y esa parecía ser suficiente razón para culpar a la pobre criatura indefensa. Ahora que la ira no podía ser descargada sobre el conde, solo había sido una cuestión de tiempo antes de que aquel odio fuera dirigido al pollito.

"Era su huevo, Phipps. Fue un montaje; deberías haber devuelto la miserable criatura al mayordomo "

"No."

No era necesario utilizar nada más que respuestas breves cuando se trataba de Grey, quien podía llevar toda la conversación por su cuenta durante horas a la vez. Debido a que ambos se conocían tan bien, a veces Phipps no necesitaba ni siquiera decir una palabra para que Grey siguiera hablando, sabiendo ya lo que Phipps podría estar pensando para responder de todos modos. Grey bufa, molesto, al tanto de que el "no" era una respuesta definitiva, no había forma de dar marcha atrás de todos modos. Además, dado el gusto especial que Phipps había tomado por la criatura, sería imposible proponer abandonarla y dejarla a su suerte para morir sola en algún lugar del camino. No es como que fuera a vivir mucho sin su madre de todos modos.

"Lo que sea, pero lo vas a regalar, ¿no es así?"

Era lo más razonable, los mayordomos de la reina ya tenían bastante que hacer. Realmente no había tiempo que perder cuidando a un pollito.

"No, nosotros somos responsables de-"

"¿Nosotros? ¿A qué te refieres con "nosotros?"

La postura de Grey cambió de nuevo, se sentó y señaló a la criatura en manos de Phipps. Quien seguía temblando, graznando y chillando. Era frágil y fea, al menos a opinión de Grey. A veces, incluso para él, era difícil entender a Phipps, lo que hacía aún más difícil comprender qué le agradaba tanto de la criatura.

Querida C.Where stories live. Discover now