Prólogo

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Hace 4 años atrás

Era un lunes común, Lucía estaba reunida  con Verónica para charlar, ya que hacía un tiempo no se veían. Dentro de la conversación que tuvieron, Verónica le contó a Lucía sobre Fernanda, una joven que había conocido hacía unos años, gracias a que ambas eran fans de Camila Cabello y habían coincidido en un grupo de WhatsApp. Cuando Verónica le mostró a Lucía fotos de la joven y le comentó cómo era, dentro de Lucía surgió un pequeño crush con Fernanda. Con el pasó del tiempo, ese crush siguió creciendo, hasta que un día, Lucía decidió enviarle una solicitud de Facebook a Fernanda, con la esperanza de que esta la aceptara y le hablara. Pasó el tiempo y Fernanda no aceptaba la solicitud, hasta una noche, cuando Lucía verificó sus notificaciones, encontró que su solicitud de Facebook había sido aceptada. Durante un tiempo, comenzó a reaccionar a los post de Fernanda, pero ella no le escribía, ni siquiera la notaba. Un día, le comentó a Verónica de su situación y Vero decidió intervenir. Tomó el celular de Lucía y le envió un mensaje desde su Messenger a Fernanda. Fer se sorprendió, ya que sí había notado a la joven, pero decidió nunca escribirle, ya que se veía muy tierna y ella no quería eso en su vida, solo seguir de picaflor y libre. Cuando Fer descubre que es su amiga Vero la que le escribió, se sorprendió y le preguntó por qué le había escrito desde esa cuenta. Vero le explicó que Lucía y ella eran amigas muy cercanas y que ya que su amistad estaba creciendo tanto, le gustaría que sus dos amigas más íntimas se conocieran, para así poder salir juntas de fiesta, a turistear, entre otras actividades. Gracias a la intervención de Vero, Fer y Lucy comenzaron a platicar cada día de cada semana. Mientras más pasaba el tiempo el crush de Lucía seguía aumentando y el corazón de Fer dejó de ser de piedra, para volver a latir tan fuerte como alguna vez lo había hecho. Eso a Fernanda le aterró, pero no pudo alejarse de Lucía, ya que aunque nunca la había visto en persona, sentía que ya no podía estar sin ella. Todos esos sentimientos surgieron a flor de piel, cuando Fernanda se enteró que Lucía se iría a visitar a su papá Roberto, quien vivía en otro país; y que posiblemente, se quedaría con él por mucho tiempo o incluso, no volvería. Viendo el riesgo que corría de no poder nunca ver a Lucía, Fernanda decidió abrirse y contarle lo que estaba sintiendo. Lucía no podía creer que su crush sentía lo mismo y al ver que era recíproco sus sentimientos, las chicas decidieron verse el día antes de Lucía partir, con la esperanza de que volvería algún día. Fer y Lucy se encontraron en un centro comercial y la emoción de verse por primera vez fue tanta, que las chicas se abrazaron fuertemente. Pasaron un día estupendo, donde almorzaron, visitaron varias tiendas, caminaron tomadas de la mano y al final, Fer acompañó a Lucy hasta su auto. El destino, quien es caprichoso y voluntarioso, les tenía preparada una broma, y es que ambas chicas se estacionaron en la misma línea del estacionamiento, solo las distanciaba dos autos. Lucía le pidió a Fernanda que por favor, se montara un momento para despedirse. Cuando Fer entró en su auto, Lucía sacó un par de pulseras de juego que había comprado en una de las tiendas que visitaron. Tomó una para ella y la otra se la puso a Fer. Eso emocionó tanto el corazón de Fernanda que la abrazó y justo cuando iban a separarse, Fer decidió jugarse su última carta. Tomó fuertemente, pero a la vez siendo delicada, el rostro de Lucía y la besó apasionadamente. Pasaron los minutos y el tiempo se detuvo para esas dos jóvenes, solo eran ellas y el mundo no existía para ninguna de las dos. Cuando Fer y Lucy se separaron, Fer le pidió que no se fuera y que si lo hacía, que volviera. Lucía le dijo que regresaría, que ahora tenía mil y un motivos para volver. Pasaron un rato más en el auto de Lucía, donde hablaron, se besaron y al final, tuvieron que despedirse. Lucía pasó un mes lejos de Fernanda, pero no dejaron de hablar ni un solo día. Siempre se llamaban por videollamada durante la noche y se escribían en el día. Ese mes de distancia les sirvió para aceptar que se habían enamorado la una de la otra. Cuando Lucía regresó, vivió un romance pleno y verdadero junto a Fernanda. Tan grande fue su amor, que ambas chicas se lo comentaron a sus familias y la mayoría vieron con buenos ojos esa relación. Roberto, el papá de Lucía fue quien más detestó la idea, pues no soportaba que una hija suya estuviera con una mujer. Eso le dolió mucho a Lucy, pero eso no impediría que estuviera con el amor de su vida.

Tiempo después

Pasaron los años, la relación de las chicas se fortalecía mucho más día con día. Ambas terminaron sus bachilleratos, compraron un departamento juntas y Lucía le pidió matrimonio a Fernanda. A pesar de que Fer seguía estudiando, pues ahora estaba en la escuela de medicina, aceptó, con la condición de que se casarían cuando ambas tuvieran el ingreso suficiente para costear la boda juntas. Siempre habían sido un equipo y seguirían así. El tiempo seguía pasando, las amistades de las chicas colaboraban con la organización del matrimonio, pues habían sido testigos del amor tan grande que se tenían Fer y Lucía. Tres días antes de la boda, una tragedia hizo que Fernanda abandonara a Lucía, con solo una carta y el anillo de compromiso sobre ella, Fernanda partió para no volver a ver a Lucía nunca más. La vida les había jugado una mala racha y ahora, solo el tiempo dirá si ese amor triunfará o esa mala semilla crecería para seguir alimentando odio y deseos de venganza.

Solo el tiempo lo dirá Where stories live. Discover now