Brujería

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—Nadie puede hablar en serio de algo así. ¿En serio pensás que me voy a tragar ese buzón? —rió él, sentado en la cama.

La muchacha se incorporó y lo miró seria.

—No quiero hacerte tragar nada. Es la verdad.

Él seguía riendo. Molesta, ella murmuró unas palabras y se transformó en un gato negro.

—¿Me creés ahora? —preguntó.

El joven dejó de reírse.

—No sé cómo hiciste, pero es un gran truco.

Ella se molestó más todavía. Vuelta a su forma original, dijo en voz alta algo que él no comprendió. Se vio convertido en un sapo.

—¿Y ahora?

—Puros truquitos baratos —insistió él—. No pienso perder más el tiempo con vos.

Se fue a los saltos. Ella, furiosa, le lanzó el muñeco pinchado. De todos los escépticos con los que había salido, ninguno había resultado tan cabeza dura.



Esto no es Narnia (Recalculando...)Where stories live. Discover now