Pʟᴀʏᴀ [Exᴛʀᴀ]

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«Me quedé sin frases, awanten»

Habían pasado seis años desde que había partido de su hogar, visitándolo con cierta frecuencia claro; sin embargo, durante esos setenta y dos meses había recorrido una infinidad de lugares con su hijo y algunos miembros de su otra familia.

Y, a pesar de toda la belleza de los lugares, había uno que le encantaba en especial. Le traía buenos recuerdos de su hogar en Yunmeng y la salinidad del agua le daba curiosidad. Era su lugar seguro después del Muelle del Loto y el Cañón Maldito, bueno, y los brazos de ciertas personas cada que tenía oportunidad.

Inhaló profundamente relajando los tensos músculos de sus manos y parte de su cuello. Se sentía tan bien de estar ahí, con la arena cubriendo sus descalzos pies y pegándose a la piel de sus pantorrillas. La brisa caliente chocando contra su rostro y moviendo los mechones que caían al lado de su rostro. La vista del gran cuerpo de agua con tonos azules más oscuros que claros le aliviaba el peso de su alma.

Para WuXian, todo en el lugar era perfecto. Solo le faltaba la presencia de su hijo que se había ido junto a la joven Tie Pinggu a Yunmeng, ambos emocionados de poder comer semillas de loto y jugar con Wen Ning.

Permaneció de pie un tiempo más en las mismas coordenadas. Simplemente dejándose llevar por las sensaciones que transmitía el simple hecho de estar ahí.

Supuso que permaneció más tiempo quieto del que pensó cuando la mano de Hua Xiaoyu se posó sobre su hombro. Instintivamente llevó su mejilla contra la calidez que proporcionaba.

Para WuXian fue asombroso ver que, de a poco y tan lento como un caracol, ambos hermanos Hua habían comenzado a ganarse un lugar especial dentro de su corazón. Era un lugar que alguna vez había estado ocupado por un Lan, pero que ahora sustituido con un par de lugares que le daban la bienvenida en cualquier momento.

El nigromante solo se dejaba envolver por el sentimiento de ser querido. Y no es que los hermanos lo expresaran con palabras, ellos hablaban con todas las acciones y atenciones que le daban. Iban desde inocentes mismos hasta comprar cosas que solo quería por un capricho menor.

Todo en su actuar le decían a WuXian que eran las personas correctas para él; sin embargo, muy en contra de lo que pudiera sentir su corazón, no se sentía listo para volver a explorar las áreas del amor. La herida continuaba abierta, ya no tanto como había sido hace cuatro años, pero seguía ahí.

Y él una vez había escuchado que alguien herido y sin amor propio no podía ofrecer amor. Era algo simplemente que tenía sentido, el amor debía de empezar por aceptar los hechos y continuar hacia adelante, aceptar que uno no podía ser perfecto, pero que de igual manera merecía lo mejor para su persona (con sus debidas excepciones, tales como Jin GuangShan y Jin Zi-algo).

Con eso en mente, sintió los brazos de Hua Wuque rodear su cintura y apretar su agarre alrededor de su cuerpo.

Si le preguntas a WuXian, se sentía tan seguro en medio de ellos dos. Era tan magníficamente reconfortante estar ahí, tan jodidamente genial que no supo cómo había sobrevivido hasta ese día sin sentir la calidez de los brazos ajenos sobre su persona. Se acurrucó sobre el calor de ambos.

[1 año después]

Las heridas habían sanado por completo y su corazón latía con tranquilidad, latía con la ligereza de una pluma o una hoja extendida cayendo a través del aire. Todo era más ligero, sobre todo porque el brote de lo que sería su nuevo núcleo dorado le traía de vuelta ese calor que había dado por perdido hacía tanto tiempo, cuando su hogar en Yunmeng fue reducido solo a insignificantes cenizas por la rama principal Wen.

𝑺𝒂𝒚 𝒀𝒐𝒖 𝑾𝒂𝒏𝒕 𝑴𝒆 Where stories live. Discover now