— Tenemos amigos, sí — dijo la chica— Pero ¿No es peligroso que más personas sepan sobre el plan?

— Lo es, pero es un riesgo que debemos correr — Se acercó Julian— más personas, más regalitos, más rápido dejamos ese lugar.

— Bien, confíen en nosotros, correremos la voz con quienes sean realmente confiables y poco miedosos, si es por salir, soy capaz de hacer lo que sea.

Asentí animada.

— Bien, esto salió mejor de lo que pensaba, ahora debemos ocultar el cuerpo del General, y mañana salir tranquilamente, como si nada hubiese pasado, diremos que el General cambió varias veces de personas, no sabemos nada, no escuchamos nada, la fiesta duró toda la noche.

La chica se acercó, sujetando uno de mis pechos, acariciando mi cuello con la otra.

— Ya que no tenemos nada más que hacer ¿Qué dices si tenemos sexo ahora? Te vi muy animada antes, pareces amar la anatomía femenina más que la masculina.

Cass, Ali, Luke y Logan se partían de la risa al otro lado de la línea.

— Que le gusta la papaya dice — carcajeaba Ali y reía al mismo tiempo— Si siempre cuenta que cada vez que se sienta en el pepino de titán, no puede sentarse en tres días.

— No es vegetariana cariño, come carne cruda y leche recién ordeñada como si mañana no hubiera vida.

Le siguió el juego Cass.

Con sus bromas y risas, me fue imposible no reír a carcajadas apartando a la chica frente a mí con amabilidad.

— ¿Qué es lo gracioso?

Avergonzada y ofendida.

— Lo siento, sé que me veo muy lesbiana, y no te miento, amo el sexo con mujeres, soy bisexual — sonriéndole, secando mis lagrimas que terminé derramando de la risa— Pero voy a casarme, mi prometido está esperando que termine este trabajo para que nos casemos, tenemos todo planeado.

— ¿Puedes pasarle el comunicador por favor?

Ese era Alexei.

— Yo le doy el mío.

Dijo Julian, sacándoselo y entregándoselo a la chica.

— ¿Eres el novio?

Habló ella sin entender nada.

— Soy su futuro esposo, y generalmente no amenazo chicas, eso se lo dejo a Yura, pero si vuelves a insinuártele de manera tan directa, iré hacia ti y te cortaré los dedos para que no vuelvas a metértelos jamás en la vida.

Ella palideció.

— Oye Romeo — dije— Deja de intimidarla — observé a la chica— No hará nada, tranquila, Alexei es muy posesivo en ocasiones.

— Me gusta sentir que eres mía.

Ya imaginaba su rostro de cachorro abandonado que me derretía.

— ¿Qué hablamos? Nada de posesividad, no soy un objeto, soy una persona.

Sonriendo de todas maneras, me gustaba cuando decía eso.

— Pero yo soy tuyo, soy todo tuyo, puedes hacer lo que quieras conmigo.

La chica puso cara de querer derretirse, tomando mis manos.

— Lamento lo que dije, ese chico es un completo amor, espero su boda sea estupenda, les deseo mucha felicidad.

— Gracias, mujer que puede tocar a mi chica, conservarás tus dedos.

Dijo tímido, en un intento de ser amable, pero a mi parecer, sonó bastante tímido.

Despiadado.Where stories live. Discover now