Little Secret: Escenas extras

23: Los sentimientos de Albus

Advertencia: continuación del extra anterior

Luego de aquella escena en la que el par de amigos se besó pasaron semanas en las que Albus se pregunta porqué reaccionó de dicha manera. La vergüenza se fue apoderando de cada fibra de de su anatomía y se alejó del menor de los Malfoy porque no sabía como hablarle.

Desde aquel beso que no puede estar cerca de Melanie y la evita siempre que puede, le causa rechazo, ella no era Scorpius. Con ella no podía disfrutar una agradable conversación ni mucho menos compartir golosinas porque la chica las detestaba y odiaba sus chistes malos, ¿Cómo pudo haber sido tan ciego?.

Scorpius era su sol, siempre que estaba junto a él sentía la calidez que éste le brindaba y que no podía encontrar con otra persona. Esa calidez con la que lo trataba y lo regañaba cuando hacía de las suyas pero por sobre todo la calidez que sentía su corazón por haberse acercado a él por solo ser Albus, no por ser el hijo de Harry Potter. Sin la calidez y amor de Scorpius se sentía perdido y desbastado.

Quería acercarse al pequeño rubio antes de que partieran a sus hogares por las breves vacaciones de Pascua pero cuando lo vio junto a sus dos hermanos, que prácticamente le ponían comida en su plato y le insistían que se alimentara, Melanie se interpuso en su camino.

— ¡Albucito! —chilló la Ravenclaw llamando la atención de varios estudiantes que estaban cerca de ellos — ¿Me vas a llevar a tu casa para que conozca tu padre? —preguntó en un tono de voz infantil, Albus recordó como Scorpius odiaba ese tono de voz y sonrió internamente

— Te dije mil veces que no me llames de esa manera porque no me gusta —masculló molesto — Y respondiendo a tu pregunta, ni loco te llevo a mi casa es más quiero que esto se termine —se iba a alejar pero sintió como las largas uñas de Melanie se enterraron en su brazo derecho

— ¡Un mocoso inmaduro como tú no puede dejarme! —chilló llamando la atención de todo el Gran Comedor

— Si que puedo, es más, ya lo hice —sonrió con malicia — Buena suerte encontrando a otro pobre infeliz —se soltó del agarre de la chica de Ravenclaw y se sentó en la mesa de Slytherin. Estaba algo alejado de Scorpius porque la mayoría de los lugares estaban ocupados pero pudo escuchar al hermano mayor de su amigo claramente.

— Al fin tu amigo se dio cuenta, mi pollito —le dijo Blaise a Scorpius

De reojo pudo observar como el hijo menor de Draco y April solo hizo una mueca. Albus sabía que lo que esa mueca significaba, estaba molesto con él y tenía toda la razón de estarlo, se comportó como un verdadero patán, odiaba su forma de ser cuando la ira lo cegaba por completo y ahora la odiaba más porque hirió a su Scorpius.