Pronto vió a la señorita moverse fluidamente, tomar esos panes que Soobin estaba viendo con tanta hambre y Kai se acercó para pagar sin llamar la atención de Soobin.

Después dió unos pasos, quedando atrás de Soobin y tomó una foto en dónde Kai hacia un corazón con sus dedos y de fondo se veía a Soobin embobado.

Después vería que hacer con ella, pasó su brazo por el cuello del mayor y acercó su mejilla con la contraria.

-¡Te encontré hyung!- exclama Kai a la vez que frotaba su mejilla, Soobin salió de su ensoñación, sonrió y volteó a mirar al menor causando que sus rostros se encontrarán muy cerca.

-Me has encontrado- confirma Soobin pero su rostro cambia drásticamente a una muñeca de frustración-¡Se supone que me iba a esconder en los patios traseros y tú ibas a tardar mucho en encontrarme pero me quedé viendo los panes... Deliciosos y esponjosos panes!

Hueningkai suelta una risilla nasal, puso su mano en la cabeza del mayor y la acarició queriendo darle consuelo

-Ya, ya, hyung fué un poco difícil de encontrar- dice y ve que Soobin hace un puchero, tuvo una sensación extraña en su cuerpo, se acercó más al mayor y le dió un beso en la mejilla.

No fué consiente sobre sus actos y no sabía el porque había hecho tal cosa pero estaba completamente seguro que no se arrepentía, no porque al ver que Soobin cambiaba su expresión a una perpleja, ponía su mano en la zona besada y sus mejillas acoplaban un sutil color rojizo y sus ojos brillaron, sintió su mundo ser estable por primera vez en el día.

Hueningkai sonrió y mostró la bolsa de papel con el logo de la cafetería de la escuela -¿Quieres comer? No me importaría compartir esto contigo.-

Soobin miró la bolsa de pan y a Kai, así por dos veces y sonrió mostrando los dientes, sus ojos haciéndose unas lindas medias lunas, no podía creerlo, la cosa que más le gustaba en el mundo estaba junto a la persona que más le ha gustado en la vida.

Se sintió tan feliz que asintió repetidas veces y mientras se sentaban en una mesa elegida por Kai no dejó de sonreír, tampoco dejó de hacerlo cuando ordenaron algunas bebidas y mucho menos cuando se las trajeron y comenzaron a comer.

Hueningkai comenzó a contarle lo que hizo en su día y Soobin lo escuchó atentamente aunque no entendía nada porque todo lo que había estudiado en su época de estudiante se había esfumado y lo olvidó.

Le sorprendió lo que Hueningkai hacia cada día, le contó su rutina diaria y se dió cuenta que un día de Kai era más productivo que una semana suya.

-¿No te cansas de ser tan perfecto?- pregunta y Hueningkai niega riendo.

-Me sale natural- dice sonriendo.

Soobin no tenía planeado preguntar aquello que soltó pero ya no podía retractarse así que siguieron hablando de cosas.

Pasó el tiempo y salieron de la cafetería, Soobin pasó su brazo por los hombros de Kai en un intento de parecer confiado.

Hueningkai no se lo tomó a mal y simplemente lo dejó ser, el menor caminaba tranquilamente mientras que al mayor le temblaban las piernas.

Estamos tan cerca... Puedo ver sus facciones todavía más cerca y mejor.

Estaba más que decir que Soobin estaba muy nervioso, no siempre se tiene a la persona que te gusta en tus brazos.

¡Tiene un lunar en el cuello! QUE BONITO awww.

El paisaje comenzaba a apagarse lentamente y era hora de despedirse cosa que Soobin no quería.

-¡Huening-ah no quiero dejarte!- lloriquea abrazando del cuello al menor, el rostro de Kai estaba en el hombro del otro

Hueningkai no siente nada.

¡Qué mentira! Podía sentirlo todo, el abrazo de sentía bien, reconfortante y tan cálido que correspondió al abrazo lentamente y cuando rodeó por completo al mayor puso fuerza en sus brazos.

¡Era tan tranquilizador!

Soobin sonrió en grande cuando el menor correspondió a su abrazo y se permitió estar así por unos segundos más.

-Nos vemos huening-ah-

-Adiós hyung-

Y con eso Soobin se va en su coche, claro que se había ofrecido a llevar a Kai pero el menor dejo en claro que no lo aceptaría así que no tuvo de otra.

Igual, le hizo prometer al menor que le llamaría en cuanto entrara por la puerta de su casa.

Llegó a su departamento y se cambió de ropa por su pijama, se sentó en el sillón de la sala no sin antes poner la tetera y colocó su móvil en la mesita.

Esperó y esperó pero la llamada nunca llegó.

Hasta que uno de los "cuidadores personales", que él le había impuesto a kai, llamó.

-Jefe, tenemos un problema, se trata del joven Hueningkai-

-Dilo-

-Lo estamos llevando al hospital-

-¿Qué?-

No me siento muy bien así que no dejaré nota

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No me siento muy bien así que no dejaré nota.

Lo siento.

-Gyeommki-

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