capitulo 36

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Mattheo

Ha pasado 1 semana desde que la deje en aquel salón vacío, trataba de conciliar mi sueño como en toda esta semana a altas horas de la noche, como se me iba haciendo rutina me levante de la cama, me puse algo de ropa y Sali de la habitación, iba por el pasillo justo antes de llegar a las escaleras me detuve para voltear hacia la dirección donde se encontraba la habitación de mi pelinegra, me detuve por segundos o tal vez minutos pensando si debería ir, escuche un golpe, tal vez algo que se callo, sin pensarlo mas me dirige hacia su habitación, abrí la puerta mi pelinegra se encontraba en un rincón abrazando sus piernos a su cuerpo y la cabeza en ellas, se podía escuchar los sollozos.

Me adentre a la habitación y antes de llegar a la puerta del baño esta se abrió dejando ver el cabello cobrizo de Alec Bulstrom el cual salió corriendo hacia la pelinegra con un trapo en la mano, al parecer ninguno de los notaron mi presencia ya que este la hizo alzar su cara y limpiaba el sudor de su frente.

-Alec-sollozaba-por favor has que esto pare

- Tranquila- le dijo Bulstrom

-Alec- seguía sollozando

-Tienes que recordar, tienes que.......- la pelinegra puso una mano en su mejilla y lo miro con los ojos cristalizados y las mejillas húmedas

-Por favor

Bulstrom agacho su cabeza ante su suplica, saco su varita y la apunto hacia ella. La pelinegra le sonrió con melancolía

- Gracias- Escuche decir a la pelinegra

- Obliviate- dijo Alec con melancolía en su voz

Después de que la mirada de T/n se viera perdida por unos minutos cerro los ojos y callo en un sueño profundo, Bulstrom la cargo hasta su cama y la acostó, le puso las cobijas encima le acaricio el cabello y se dio la vuelta para encontrarse conmigo.

-Que mierda hiciste- le reclame, debí lanzarle un crucios, pero no fue ssi

-No es tu asunto Riddle-dijo pasándome a un lado

-Te equivocas, todo lo que...

- Todo lo que tenga que ver con ella es tu asunto- se burlo- Sera mejor que te sigas alejando

-No te quiero cerca de ella Bulstrom, ella es mia-dije volteando a verlo

-Yo se que ella es tuya, siempre lo fue, pero yo no me alejare de ella-fue lo último que dijo antes de dar vuelta y salir de la habitación, sin hacer algún intento por sacarme de ahí, fui hasta su cama me senté a un lado de ella, perdí la noción del tiempo en preguntarme que es lo que había sucedido, me acosté a su lado, no fue mucho tiempo para tardar en quedarme dormido.

T/n

Ruidos de personas hablando, corriendo, riendo, todo eso me hizo removerme en mi cama cuando sentí algo pesado en mi cintura, el aire que chocaba contra mi cuello abrí mis ojos y recorrí mi mirada hacia lo que tanto pesaba en mi cintura, un brazo a mi alrededor era lo que tanto pesaba, me di la vuelta lo primero que vi fue ese cabello castaño, Mattheo estaba acostado y con ropa que fue lo más raro para mí.

-Oye-le susurre

-mmmmm- dijo adormilado

-despierta-intente de nuevo, el abrió sus ojos:
- Deberíamos de...

-¿estás bien?-me interrumpió

-¿Porque no lo estaría?

-bueno pues anoche tu-hizo una pausa al parecer recordó algo, porque después dijo- Olvídalo

Fruncí un poco el ceño me intente levantar, pero Mattheo me jalo de la cintura y me atrajo a su cuerpo.

- Quedémonos acostados ¿si?

--Mattheo tenemos que ir.....

-Es fin de semana, no hay nada que hacer-me abrazo, se quedo así por un rato sin querer soltarme, esperen ¿Fin de semana? Apenas y ayer empezábamos con la semana, ignore mis pensamientos y también abrase a Mattheo.

- Deberíamos ir a desayunar -propuse

-Si deberíamos, pero prefiero quedarme asi- profundizo el abrazo

-Bien solo un rato mas- este era uno de esos días en dónde era lindo, pense

- Para siempre estaría bien-susurro

-¿Qué?- dije sorprendida

Mattheo me separo un poco de su cuerpo, vi su rostro esa mirada estaba llena de brillo, sonrió como un niño por su paleta me examino por unos segundos y se acerco a mi depositando un beso en mis labios, uno muy pequeño y dulce, para después volver a abrasarme, a los pocos minutos se quedo dormido de nuevo, pasaron horas y no despertaba y seguía sin soltarme, quite su brazo de mi lentamente para que el no me envolviera en su brazos de nuevo, una vez saliendo de aquellos brazos me di una ducha, me arregle y fui al gran comedor. En el pasillo me tope a Alec

-oye- dije

-¿que?

- ¿Cuándo piensan regresar?- el siguió caminando

- en realidad no lo se, tus hermanos son muy impredecibles- seguía caminando

-¿Por qué no estas con ellos?

- Porque tengo que cuidar a cuya chica, siempre anda con las pantaletas mojadas por una escoria-dijo con malicia

-Eso es mentira

- enserio- se detuvo para quedar frente a frente-¿Qué parte?

-La parte en donde dices "siempre"-la ultima parte hice comillas con mis dedos- solo es la mayoría del tiempo- dije apenada

Alec puso los ojos en blanco y siguió con su camino, yo lo segui hasta que llegamos al Gran comedor, una vez estando ahí tome dos platos los llene de comida y tome dos tarros con leche, después de robarle un poco de comida a Alec y acompañarlo a que terminara decidí regresar a mi habitación, una vez entrando vi al castaño sentado en la cama.

-¿Dónde estabas?-pregunto, por mi parte alce todo lo que llevaba entre mis brazos para enseñarle, el castaño salió de la cama y corrió a ayudarme, lo cual me sorprendió.

-Pudiste despertarme para ir juntos-siguió diciendo

-Lo se, pero no tenias intenciones de soltarme asi que decidí ir

-Supongo que tengo que agradecerle a mi chica-dijo, metiendo comida a su boca, sentí mis mejillas arder- ¿Pasa algo?

hice un movimiento con mi cabeza diciendo no, seguimos comiendo, platicamos, nos besamos pero esta vez eran besos con cariño que minutos mas tarde se fueron tornando en besos llenos de deseo, con las respiraciones agitas y el encima de mi lo vi separarse, inspeccionaba mi rostro lo cual me hizo sentir incomoda, hasta que dijo algo.

- Eres como una flor, si son tan bruscos contigo te pueden romper- acaricio mi mejilla con delicadeza-no permitiré que te rompan.

Antes de que yo dijera algo, el unió sus labios a los míos en movimientos delicados y después intensos, nos fuimos quitando la ropa con delicadeza sin alguna prisa, cuando estaba apunto de entrar en mi volvió a inspeccionarme con su mirada recorría todo mi cuerpo.

-¿Qué diablos me hiciste?-fue lo que dijo antes de volver a besarme y entrar tan lentamente en mi que cada vez que lo hacia me mataba, por el simple hecho de que no deseaba que las cosas fueran despacio.

Entre gemidos y algunas embestidas rápidas y lentas fue mas que tener simplemente sexo, fue como si el castaño apreciara tenerme asi, como si no me quisiera y no estuviera dispuesto a soltarme, sus movimientos se fueron haciendo cada vez mas lentos, se dejo caer a un lado de mi exhausto y tratando de recuperar su aliento, me atrajo a su cuerpo y abrazo el mío como lo hizo esta mañana. entre sus caricias, sus besos en mi frente y entre sus brazos me iba quedando dormida.

-Te amo- fue lo último que le escuche decir, antes de cerrar por completo mis ojos y hundirme en mi sueño


Los Hermanos Black +18 (Mattheo Riddle)Where stories live. Discover now