Harry Potter - one shots e imagina

.Cedrid Diggory. (2)

La continuación......

aunque estaban aproximadamente a quince minutos de casa, Cedrid tuvo la inteligente decisión de detenerse, en un lugar abandonado, cerca de la carretera principal.

- Cedrid este lugar es horripilante, basta - te reíste ligeramente, mirándolo.

Seguía igual de duro, se desabrocho el cinturón de seguridad y se inclino presionando sus labios con los tuyos. Inmediatamente le seguiste el beso, tus manos en sus mejillas. El alcanzo hacia el lado de su asiento, presionando un botón para que su asiento fuese para atrás.

Una vez completamente reclinado, te puso en su regazo, donde sus besos viajaron hacia tu cuello, mordiendo fuerte en tu clavícula mientras tu oprimías tus caderas hacia abajo sobre sus pene. El gimió contra tu piel, tus manos recorriendo por su cabello y tirando de el bruscamente.

- Por dios Cedrid.... Estas palpitando contra mi - susurraste, dejando tu cabeza hacia tras mientras te seguías frotándote contra el.

Tu mano deslizándose por su pecho, tu mano agarro su pene y presionaste la punta contra tu vestido clítoris, frotándolo conta ti.

- Eres tan hermosa - murmura Cedrid, mirando la escena frente a el.

Tu otra mano sostuvo tu vestido a la altura de tu cintura, deslizaste tus bragas a un lado, permaneciendo inmóvil sobre su pene. Te deslizante hacia abajo dejando entrar solo la punta, el mordía su labio inferior y moviendo sus caderas contra ti, deslizándose mas dentro tuyo.

- Dios Cedrid.... - gemiste, deslizándote en el completamente. Sus manos sostenían tus caderas y se inclino hacia arriba presionando sus labios con los tuyos mientras tu movías tus caderas en lentos círculos.

- Eres tan jodidamente hermosa -  gimió entre besos, moviendo sus caderas hacia arriba.

- Te amo mucho, Cedrid - gemiste, y en poco tiempo te dio la vuelta, el estaba encima tuyo mientras abría tus piernas, inclinando la cabeza del asiento tanto como podía.

Tu pie descansaba en el tablero a cada lado de el, gritaste, sintiendo como te penetraba mientras presionaba su pulgar contras tu clítoris tan fuerte como podía.

- ¡O-oh Dios Cedrid - gemiste, arqueando tu espalda mientras el continuaba penetrándote, el auto se movía a cada estocada.

Cedrid se hizo demasiado para atrás,  golpeando la bocina del auto, haciéndola sonar. Gritaste de sorpresa, y el se sonrojo increíblemente fuerte.

- P-perdón... - miro a otro lado, y tu empezaste a estallar de risa.

- ¡¿Tu culo golpeo la bocina?! - jadeaste, limpiando una lagrima.

- ¡___, cállate! - murmuro, antes de mover sus caderas haciendo que te ahogaras en tu risa.

Sonriendo, lo miraste y tomaste su rostro en tus manos, haciendo que se inclinara para un beso.

- Te amo Cedrucho.

- No me llames así - rio, antes de continuar penetrándote. El humor cambio rápidamente entre ustedes dos, el estado de animo juguetón se desvaneció contra el amor y la lujuria.

Te aferraste a el, mientras bajaba la ventana un poco, estaba demasiado caluroso para ambos. estaban sudando, los jadeos y gemidos llenaban el auto.

- ¡D-dios, Cedrid! ¡Justo ahí, por favor! - gritaste, el se quedo en esa posición, mientras continuaba penetrándote en ese punto.

Tus piernas se agitaron y tus manos agarraron los costados del asiento, mientras intentabas alejarte.

Sus dedos se deslizaron debajo de tu vestido y tu brasier, donde el apretó ambos de tus pezones, enviándote al borde.

- ¡Cedrid! - gritaste, tu boca estaba abierta mientras tu espalda se levanto del asiento. El siguió moviéndose dentro y fuera, esperando salir pronto.

Dando la vuelta, te subiste sobre el, tus manos en su pecho mientras rebotabas arriba y abajo. Sus gemidos llenaban tus oídos, y tus ojos se mojaron de pacer por la sobreestimulación.

sus manos tomaron el mango del coche, mientras toco sus caderas y se empujo mas profundo dentro de ti, antes de finalmente llegar al orgasmo dentro tuyo.

Gemiste ruidosamente, sintiendo como te llenaba, cuando colapsaste en el, ambos respirando y jadeando dificultosamente.

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Paso un  poco de tiempo, ambos se recuperaron antes de volver a vestirse y tu te moviste de vuelta a tu asiento.

- La noche no termino. Cuando lleguemos a casa, sube las escaleras y quítate todo - sonrió, y tu asentiste, sonrojada

- No puedo esperar. 

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Me gusto bastantes estos dos capítulos que e subido espero que a ustedes también, creo que me quedaron muy bien.

Bueno asta aquí mi reporte.

ADIOS