Llevo mi cara al costado de su oreja, bajo mi voz a un tono que solo ella pueda comprender, con un semblante pesado y con la voz más turbia que he podido articular le comparto un conjunto de palabras super amistosas

—no me obligues a cometer tu asesinato... Mejor, salva tu pequeña alma de ser llevada ante las garras del diablo...

Ella se encontraba tan distraída en mis palabras y en mi rostro, que no noto cuando lleve mi mano a su cuello si no hasta que toque su piel provocando presión en la zona precisa provocando que a los pocos segundos que ella perdiera la consciencia. Aunque no tenga la habilidad de Nagisa para sentir frecuencias, fue más que claro para mí que provoque terror en esa pequeña e insignificante persona, aún no entiendo porque, pero me agrada poder inducir tal nivel de miedo

Creo que ya está— me enderezo calmando el semblante tan pesado de mi cuerpo —quitele esas cosas antes de que despierte

Sin esperar a nada, me di media vuelta para salir del círculo de fuego, aún mi vista sigue extraña, no distingo los colores... Bueno, solo el de una cabellera celeste y unos ojos del mismo tono, además de su perfecta piel que se asemeja a la porcelana por lo fina que se puede catalogar solo con la vista, pero el resto de mi entorno sigue de esa extraña gama de colores

La expresión de sorpresa que me transmite Nagisa, esas hermosas joyas que lleva en los ojos y el pequeño círculo que forman sus provocativos labios cautivan por completo mi atención logrando que mi caminar sea fijo hacia él, está de más decir que no le prestó atención a las palabras de mis compañeros

¡Has estado increíble Karma...-kun!— Nagisa cierra sus ojos con una gran sonrisa y un casi imperceptible rubor en sus mejillas —Yo había imaginado hacer otra cosa...

Noto la vergüenza en su rostro, desvía su mirada de mi cuando nota lo fijamente que lo miro, rasca su mejilla con su dedo índice soltando una suave risa nerviosa algo que lo hace ver maravillosamente tierno. Una persona tan linda y meliflua como él ha de verse exquisitamente provocativo en un escenario erótico, y lo puedo confirmar, mi imaginación ha dado el visto bueno a esa situación

Si dejará de lado sus acciones y manera de actuar tan dulce, quizás mi capricho por el bajaría considerablemente, ya que su pureza es algo que me atrae demasiado

¿Que se te había ocurrido Nagisa-kun?— ladeó mi cabeza deleitando a mis ojos con lo tierno que se ve esta persona —¿Qué fue lo que surco tu mente?

Bueno...— se encoge un poco de hombros con clara vergüenza —utilizar la técnica de Bicht-sensei... ¡Pe-pero así está perfecto! Tú has estado increíbl...ble...

...

Mi corazón parece latir en golpes pausados y fuertes al ver cómo la tierna expresión nerviosa de la persona frente a mi pasa a ser una mueca de dolor, sostiene la parte de atrás de su cabeza con un mano, sus lindos ojos se cerraron y su magnífico cuerpo se tambalea. No tardó en sujetarlo con clara preocupación, no saber el repentino desvanecimiento que está presentando su cuerpo me pone los nervios de punta

¿Nagisa?— la cabeza llena de celeste cabello se pega contra mi pecho —¡Eh! ¡Nagisa!

Escucho un suspiro venir de él, se sujeta a mis brazos como si estuviera perdiendo la fuerza para estar de pie y ante de poder accionar algo, sus piernas ceden y comienza a ser víctima de la gravedad

En ese instante, sin siquiera pensar, lo sujeto para evitar que reciba un golpe contra el suelo, mis ojos están fijos en él, nada más que Nagisa está acaparando mi atención y provocado una ansiedad que no deja de crecer. A la cuestión de segundos después de que Nagisa haya caído en mis brazos, Koro-sensei ya de encuentra a mi lado admirando a la figura andrógina

50 sombras de Karma Akabane [Hiatus] Where stories live. Discover now