¿Mi vida? Mi vida siempre fue complicada... Muy complicada. Todo empezó cuando yo nací; mi madre... Una mortal... Mi padre... Un dios... Yo... Ambas. Mi padre con obligaciones hallá arriba, mi madre muy enfermiza aquí abajo o por lo menos eso pensab...
Este capítulo contiene descripciones gráfica de violencia, sexualidad y lenguaje explícito. Se requiere discreción. Si este tipo de contenido no es de tu agrado, te pido cordialmente que por favor te retíres pero de lo contrario velo bajo tu propia responsabilidad.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¿Mi vida? Bueno... Mi vida siempre fue complicada, muy complica. Todo comenzó desde que nací; mi madre era una mortal, mi padre proveniente de un poderoso linaje de dioses, y pues yo, era algo parecido a una híbrida. Mi padre con obligaciones hallá arriba, mi madre muy enfermiza aquí abajo. Cuando yo tenía cuatro años ella se tuvo que alejar de nosotros, recuerdo que la última vez que la ví ella tenía una panza muy grande, estaba gorda, o al menos eso yo creía.
[2009 . Julio . Jueves . 11:20pm . 4 años]
Me desperté por un murmullo proveniente de la cocina. Confundida y aún medio dormida me bajé de la cama con mi osito Teddy –era mi peluche favorito desde que tengo uso de conciencia–. Su pelaje era blanco nieve, llevaba puesto un sombrero y una pajilla en su cuello; ambos con los diseños de la bandera de EE.UU, sus ojitos y osico eran negros y la verdad no me parecía nada siniestro el hecho de que no tuviera boca. Caminé despacio hasta la cocina con mis piesitos descalzos, caminando por inercia, dando pequeños y ligeros pasitos hasta que al fin llegué al marco de la puerta, asomé mi cabecita de apoco y miré atenta lo que sucedía; no quería que descubrieran que estaba despierta.
—Nuestra pequeña necesita cuidados especiales, yo los necesito —hace una pausa—. Nunca pensé que nos iba a ser tan difícil lidiar con esto pero lo es. — Agarra la mano de mi papá — Por favor mi amor, no me iré tranquila si tú no estás de acuerdo —dice mi madre llorando, en lo que le daba leves caricias en las mejillas de mi padre, limpiando las lágrimas que pintaban el rostro de mi progenitor.
En ese instante lo primero que pensé fue «¿Mami se va? ¿A dónde? ¿Nos va a dejar solos a papá y a mí? ¿Por qué?» pero no había absolutamente nadie en ese instante que pudiera responderme con total sinceridad. Ví a mi padre negar levemente con la cabeza gacha par luego lanzarse a abrazar a mamá.
—Por favor no me pidas que esté de acuerdo porque nunca lo estaré —niega—. Tú y mis dos hijas lo son todo para mí —llora mi papá, abrazando fuertemente a madre.
Y no pude evitar confundirme cada vez más «¿Dos hijas? Pero si yo soy solo una. A lo mejor papá se equivocó. Se vé muy triste, no me gusta verlo así» fueron unos simples pensamientos inocentes de una niña pequeña de cuatro años.
—Te entiendo, entiendo lo que estás pasando y nuestra pequeña también pero nunca estaré de acuerdo... Ustedes son mi todo — Papá deja de abrazar a mamá y pone sus manos en sus mejillas acunando su rostro para luego darle un beso en la boca uno desesperado; muy desesperado.
