Medio sonrío notando la mirada que me da, nos hemos criado separados pero aun así la sangre que corre por sus venas y las mía es la misma, verlo a él y a Lisa me recuerdan mucho a Laura como Vanessa lo feliz que eran.

—Soy un Lennox, no soy tan fácil de tumbar — me giro caminando hasta ese lugar donde nadie resguarda nada, es una gran casa en medio del bosque y no sé donde se mete Adam pero no me preocupa, me muevo por los pasillos sin dar con nadie, veo la hora en mi reloj notificándome que no puedo dejar que pase más tiempo antes de presentarme.

—Sin invitación y tarde— digo con las manos al aire viendo a Bean estar sentado en el sofá sin realizar ningún movimiento ni mover la mirada de mi.

—Pitt.

—Vine aquí en busca de Matilde, Adam está preocupado por ella ¿Dónde la tienen?

—No seas hipócrita— se levanta Felipe— Si estuviera aquí realmente no habrías venido.

Me hace frente en cuanto dos de sus perros permanecen quietos en las esquinas de la sala.

—Tienes razón, vine a terminar con lo que empecé— le doy un vistazo a Bean— Parece que no le rompí suficientes huesos.

Me da una sonrisa luego de ver a su hijo regalándome un golpe en la quijada que me hace girar el rostro, recojo la sangre que sale mi labio y la limpio de la camiseta negra que lleva.

—Siempre me pregunté porque siempre vas de negro, ¿Tiene que ver con la madre de Bean?

—No tienes en que gastar tu tiempo y vienes a molestar.

—Aunque viéndolos bien si se parecen.

Bean frunce el ceño poniéndose de pies, Felipe le hace una señal a sus perros quienes se lanzan sobre mi lo que me lleva a sacar el arma tras mi espalda y ser más rápidos que ellos en tomar a Bean.

—Hablemos del pasado— digo apuntando a su sien— Todos tenemos cosas allí que queremos ocultar, por ejemplo, el como esta familia se relacionó con los Morfis, o más bien que tan fuertes son nuestros lazos.

—Suelta a Bean.

—Dile a tus perros que bajen sus armas.

—No me matará — habla Bean— No puede, y la razón es que somos hermanos, aunque no lo quiera aceptar somos familia y eso nada lo cambiará , no importa lo que te haya hecho y el dolor que eso te haya causado, simplemente no puedes.

—Veamos si es cierto— tomo su mano en el aire soltando un disparo en ella— Quieto, ahora si parecen padre e hijo— veo la mano vendada de Felipe— Supongo que aun no se ha sanado.

—¿Qué quieres?

—Hablemos del pasado.

—Para hacer eso no tienes que hacer tanto alboroto, es más, no es necesario que retengas a mi hijo.

—Entonces sentémonos y manda a tus perros por algo de té con que mojarnos las gargantas.

Bufea viéndome como si me subestimara y estuviese haciendo el ridículo.

—Como te veo Pitt estás solo y descontrolado, ¿De verdad esperas que haré lo que pidas cuando puedo deshacerme de ti aquí mismo y nadie lo sabría?

Sonrío.

—Tienes razón. Supongo que llevo la desventaja.

—¿Dónde está Lisa?— pregunta Bean.

—No la menciones.

—Baja esa arma Pitt— me exige mientras lo sostengo de la mano lastimada.

Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)Where stories live. Discover now