解药 / Jie Yao

Capítulo 16.2

Quizás no estaba exagerando del todo.

Xu Ding era él único de sus "Amigos" que no habían cambiado su relación con él. Cheng Yi tal vez no había notado antes a Xu Ding, pero si realmente lo notó ahora, parecía que no había nada de lo que no fuera capaz de hacer.

En esta ciudad, si inadvertidamente había cierta propiedad inmobiliaria o cierto terreno, pertenecían a la compañía de su padre. El no podía averiguar qué negocio se había hecho cargo Cheng Yi ahora.

No estaba interesado en estas cosas, y no quería averiguarlo, solo de pensarlo en este nivel, estaba nervioso.

Se bajó del auto en la puerta de la comunidad, se quedo inmovil al costado de la carretera, y vio como el auto se alejaba.

No tenía sueño, ni estaba cansado ahora, y no tenía un deseo particularmente urgente de acostarse en la cama. Pero después de haber trabajado durante unas horas, sentía un poco de hambre, y el plato de fideos, no fue suficiente en absoluto … 

Cuando Xu Ding le preguntó si quería algo de comer, aún no tenía hambre. Tal vez probablemente en ese momento estaba afectado por su estado de ánimo, y de repente estaba tan hambriento, como si alguien agarró una cuchara y le quitó hasta el último bocado. Estaba desguazado y vacío.

Tenía tanta hambre, que se sentía mal.

¿Qué era este estado?

Cheng Ke suspiro, dudo unos segundos, se dio la vuelta y caminó hacia la intersección, iría al starbucks por un rato, a comer y beber.

En realidad, ahora tenía muchas ganas de comer barbacoa, del tipo de tiendas de la calle. 

Había estado allí unas dos o tres veces antes. Su grupo de amigo, lo encontró demasiado ruidoso y sucio, las mesas estaban grasientas, los taburetes eran incómodos para sentarse y el servicio era deficiente. Tuvo diarrea después de comer unas dos o tres veces, era peor que un envenenamiento.

Pero ahora, cada vez que iba al supermercado, pasaba por varias parrillas. En la noche fría, la gran cortina de algodón que cubría el puesto, y la luz y el calor del interior, emitían la emoción de otro mundo.

Al observar, realmente quería entrar, pero desafortunadamente, no pudo encontrar a alguien que lo acompañara.

Pensar de esta manera lo perturbó aún más.

Tiró del cuello de su abrigo y el viento soplaba con tanta fuerza que el abrigo era demasiado ligero para soportarlo.

La ropa que llevaba puesta, la compró casualmente hace dos meses, y compro muchas a la vez. Parecían ser suficientes, para una semana. Cambiarse y lavarla, por lo que no pensó en comprar más ropa.

Ayer, cuando fue sacudido con fuerza por el viento del norte, ni siquiera recordó que debía comprar ropa de invierno más gruesa. Ahora que el viento lo sacudió con tanta fuerza, que ni siquiera era capaz de abrir los ojos, se dio cuenta que si no compraba ropa mañana, pronto no podría salir. 

Ir a Starbucks desde aquí, no estaba lejos en absoluto, y solo le tomaría cinco minutos. Pero sería arrastrado por el viento, y se congelaría en menos de un minutos y seria aun mas dificil los próximos minutos.

Era tan estupido, ¿no podía pedirle al taxi que lo dejara hasta allí?. Al salir del auto, solo pensó en comer.

Pero ahora ya había llegado a la intersección, y ya no estaba lo demasiado cerca para dar la vuelta.

¿Por que no solo regresaba y pedía comida para llevar?.

  ...¡Mierda!

¿Por qué era tan problemático tener hambre por la noche?