Ahora Robby estaba nervioso por estar cerca de Miguel, la noche anterior hacia que sus recuerdos llegarán

—Solo respóndeme está duda...¿Todavía tienes algún sentimiento por Sam o Tory?— Pregunto mirandolo fijamente frunciendo el ceño para ver si decía la verdad

—Ningún sentimiento por ellas— Aseguro mirándolo como un cachorro- ¿Y tu por Sam?

—Solo como amiga—Respondió sincero viendo los ojos marrones del moreno

Miguel estaba apunto de inclinarse para besarlo, más no se esperaba que fuera empujado al sillón, para luego tener a Keene sentado a horcadas sobre el, agarrando su rostro con sus manos para poner un suave besos sobre sus labios.

Estaba realmente un poco sorprendido, no se esperaba esa acción.

Lo agarro de la cintura, y sus labios se juntaron, en un ritmo lento, como si sus bocas buscarán conocerse.

Su mano derecha acariciaba la cintura del menor y apretaba no tan fuerte, haciendo que el otro soltara un jadeo en medio del beso.

Duraron así algunos segundos antes de agarrar aire.

—Permíteme invitar a una cita— Exclamó Miguel de manera entrecortada

—¿A dónde?—Pregunto el castaño

—A dónde quieras bonito—dijo de manera inconciente, viendo cómo Robby tenía un leve rubor en sus mejillas haciendo que sus diminutas pecas resaltarán

—¿Nos vamos de picnic?— Propuso, siempre quiso que una cita fuera así

—Me encantaría— Sonrió, para poner un suave y casto beso en los labios del ojiverde, para luego dejar pequeños besitos en sus mejillas, haciendo que soltara una risilla

—Miguel...¿Realmente te gustó?— Pregunto confundido por como se estaban haciendo las cosas

—Claro que me gustas Robert, apesar de todo, y lo que ha pasado. Este tiempo que hemos estado practicando juntos, me he dado cuenta que tengo sentimientos por ti —Confesó observando como los ojos de robby se volvían cristalinos

—¿P-porque querrías estar conmigo Miguel? Después de todo lo que hize...—Murmuró no comprendiendo como él haciéndole tanto daño a Miguel, este podía quererlo

—Porque las personas cambian Robby, lo he visto en ti, lo he visto en mi, y no tiene caso seguir guardandonos rencor, tu ya pediste disculpa...pero creo que me toca ahora a mi hacerlo, se que he cometido errores y por estoy aquí, realmente lo siento, me deje llevar por mi enojo y agarré una mala imagen de ti, Porfavor acepta mis disculpas— Exclamó agarrando con suavidad el mentón del otro para verse fijamente

—Claro que las acepto, ahora ya no siento esa carga en mis hombros Sonrió para luego agarrarlo de la nuca y que sus dedos tocaran el cabello del pelinegro, haciendo que se besaran

—¿Cómo es posible que iniciamos teniendo Sexo a estar en esta situación?—cuestiono Miguel con una sonrisa de lado

—Era algo inesperado—Susurro para capturar sus labios de nuevo

Eran besos suaves, cargados de sentimientos, las manos del pelinegro vagaban por la espalda y cintura del chico encima de el, aventuradose le quitó la sudadera, dejandolo con una camiseta blanca sizada.

Sus ojos vagaron por su cuello, las marcas que habían dejado aún seguían ahí, estaban desvaneciendo poco a poco

Cambiaron de posición, recostó al castaño en el sofá, y se posiciono encima de el sin aplastarlo.

Se veía tan...magnífico, sus ojos verdes esmeraldas lo veían y el se sentía como arcilla en sus manos.

Las manos de Robby alzaron su camiseta tratando de quitarla y gustoso lo ayudo

—Porque siento que te gusta verme sin camiseta?— Pregunto

—¿Será porque casi no tengo oportunidad de verte así? ¡Dah!— Le respondió coquetamente

Ese beso podía ser el más ardiente que había tenido, bueno, Robby era fuego puro y estaba dispuesto a quemarse

Su mano se metio debajo de la delgada tela blanca, acariciando su abdomen con la yema de sus dedos, subió hasta encontrarse con uno de los pezones del chico debajo de el.

Jadeos casi inaudibles salían de la boca del otro, observó como se marcaba su clavícula, se acercó hasta quedar sus labios en el hueso para succionar dejando una mancha rojiza sobre la piel.

—M-maldicion no hagas más, suficiente con los que tengo— Pidió de manera nerviosa Robby

Enterró su cara entre la curvatura del cuello y hombro dejando pequeños besos, sentía como se estremecía ante el contacto.

—Mmhg Miggi— susurro Robby en un gemido bajito

Estaban sumergidos en su mundo que no vieron cuando la puerta abrió revelando a un individuo rubio

—Robby ya llegué, me cambio y nos va- QUE DEMONIOS! MIGUEL?!— El grito provocó que ambos se detuvieran y se vieran directamente a los ojos

Sus rostros reflejaban pánico

Mierda....Estaban jodidos.

Fiesta Y un Poco De Amnesiaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن