A la mañana siguiente cuando Haikuan despertó, me dio un beso en la frente y me dijo que iba a su casa a bañarse y cambiarse. Regreso al cabo de no se cuanto tiempo, traía una charola con pan tostado, zumo, leche y mermelada, la depósito sobre mis piernas y se sentó a mi lado.

— No tengo hambre.—dije y voltee mi cara del lado contrario a donde el estaba.

— Eso dices tú, pero tu cuerpo no creo que opine lo mismo, necesitas recuperar las fuerzas que perdiste en la enfermedad, además aún tienes que tomar antibióticos, no puedes vivir dependiente de un suero de por vida. —dijo untando mermelada al pan.

— No quiero vivir, punto, quiero estar con el, ¿por que nadie lo entiende?

— Tu tampoco entiendes que estuvieron juntos el tiempo que tenían que estar, que su ciclo en esta vida término, pero el tuyo sigue.–aseguró con su característica madurez, demasiada para su edad, por cierto.

— Eso es tan injusto, ¿como puedo yo comer y seguir viviendo cuando el esta enterrado tres metros bajo tierra? —exclama exasperado.

— Su cuerpo esta enterrado, su esencia esta en otro lugar y te apuesto quiero que en uno mucho mejor que este.

— Yo quiero estar con el, no me importa donde sea.

— No puedes ser tan egoísta, Yibo ¿acaso no te importa ver sufrir a tu familia? ¿Quieres que ellos pasen por lo mismo que tu estas sintiendo?, no tienes idea del enorme dolor que le estas causando a Lian, esta desesperada, ya no sabe que hacer, y el señor Wang, Dios, tu sabes que es mi héroe y jamás me imaginé verlo caído y derrotado, nunca pensé decir esto, pero extraño las bromas y los chistes de mal gusto de Fo y en cuanto a Mei, es una niña con el brillo apagado, hablas de injusticia, ¿no te parece una enorme de tu parte lo que estas haciendo a tu familia?, los estas arrastrando contigo, si se tratara de que te dejaras morir sin afectar a nadie, perfecto, no es la mejor opción, pero adelante, hazlo, sin embargo, te tengo noticias Wang Yibo, no estas solo en este mundo, ¿en serio quieres afectar a cuatro personas maravillosas que están dispuestas a dar su vida con tal de que tu vuelvas a ser el mismo de antes?, eso si es injusto.

— Comeré solo un poco, ¿bien?

— Esta bien, hoy un poco, mañana otro y así sucesivamente, por cierto, te traje un regalo.–se levantó después de darme el vaso de leche y saco un libro de su mochila.– "Todo pasa...y esto también pasará"—leyó en voz alta el título y continuó.

Y eso fue haciendo todos los días, casi me daba de comer en la boca y una vez estuvo a punto de bañarme, pero me ganó el pudor y lo saque del baño. Me llevaba al parque, nos sentabamos en los columpios a ver la gente pasar, quería demostrarme que la vida sigue, me leyó infinidad de libros que hablan sobre pérdidas y como sobre llevarlas y poco a poco fui recuperando las ganas de vivir, lo único que no, fueron más de volverme a enamorar.

Ahora, déjame contarte la historia de la llamada que cambio mi destino.

•••

El sonido de mi móvil me trajo de vuelta del recuerdo, estaba sobre la mesa de noche y la vibración lo fue moviendo casi hasta la orilla, lo tomé y ví que era número restringido, lo cual me sorprendió un poco.

— Hola.–respondí extrañado.

— ¿Estas libre esta noche? –escuché decir a una voz masculina extremadamente sensual.

— ¿Quien habla? –pregunté al no reconocerlo.

— Respuesta equivocada "cariño" sabes muy bien que eso no te lo puedo decir, ¿puedes o no puedes verme? –sonó determinado y eso me gustaba en un hombre.

Ardiente Tentación 2 [YiZhan] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora