La novia de Mario Calderón

Capitulo 6. Tercera etapa de la "Operación Alfabeto". Pt.1

Se puso a reflexionar sobre lo que había escrito y se dio cuenta que eran dos las cuestiones que debía planificar, la primera era cómo convencer a Betty para que acudiera a un salón de belleza... Y no sólo eso, "quién" iba a pagar ese gasto. La otra cuestión era qué estrategia de seducción sutil sería más efectiva para conquistarla.

Se centró en la primera de las dos por ser la más inmediata. Intentaría
solucionarla ese mismo día o a lo sumo al día siguiente. Tras meditar unos minutos, llegó a la conclusión que no podía dejar que Betty se hiciese cargo de la factura del salón de belleza. "Con todo lo que gastó ayer en ropa, no creo que quiera asumir un gasto así... ¡Entonces le va a tocar a usted "rascarse el bolsillo", Calderón! ¡Lo que sea por la empresa! ¡Claro que cuando todo acabe y le cuente a Armando le diré que Ecomoda tiene que cubrirme esos gastos! ¡Qué menos después de lo que estoy haciendo yo por ella y por todos los accionistas! ¡Ja!"

" Pero Betty no va a querer aceptar que usted pague su salón de belleza...
¿Cómo le puedo hacer creer que el servicio es... gratis? ¡Eso no se lo cree nadie! ¡Con los precios que cobran esos estilistas...! ¡Si en vez de "arreglar
el pelo" más bien parece que "le toman el pelo" a los clientes! ¡Piense, tigre!
¡Algo se le tiene que ocurrir...!"

Tras varios minutos de reflexión, su cara se iluminó con una sonrisa y en voz alta dijo:

Ma.: ¡Ya lo tengo! ¡Soy un genio! Ja ja ja ja.

Llamó a Sandra por el teléfono interior y le dijo que le comunicara con el Sr. Modesto Hermoso Galán, propietario del "Salón de Belleza Unisex La Primorosa".

Cuando Betty llegó esa tarde a su casa se encontró con Nicolás, como de costumbre, merendando en el comedor. Su amigo estaba de espaldas a la entrada y no la oyó llegar. Hablaba con Doña Julia sobre lo que estaba comiendo.

Ni.: ¡Muy ricas, Doña Julia! ¡Le han quedado estas arepitas de queso como nunca! ¿No queda alguna más por ahí? Vea que a Don Hermes ya sabe que no le entusiasman... y Betty siempre está desganada... Usted sabe que yo estoy dispuesto a hacer el sacrificio para que no tenga que botarlas... Oj oj oj oj.

J.: ¡Ya le traigo más Nicolás! No se preocupe que hay suficientes para todos...
-Y camino de la cocina sigue diciendo para sí- ¡Este muchacho yo no sé donde mete la comida! ¡Con lo que llega a comer y no engorda...!

B.: ¿Qué hubo, Nicolás?

Ni.: -Sin mirarla y con la boca llena- ¿Cómo le va Betty? Aquí probando las arepitas de queso de su mamá. Vea, me las como para no hacerle el feo... aunque hay que reconocer que están divi... ¡cof cof cof cof!

Nicolás casi se atraganta cuando vio a su amiga vestida de ese modo... Como no dejaba de toser estrepitosamente, Betty se acercó a él y le dio varios golpes en la espalda para ayudarlo...

B.: Tranquilo, Nicolás. Tome un poco de agua que se va a atragantar... ¿Qué fue lo que le pasó?

Ni.: Be... Be...Be...

B.: -Muerta de la risa- ¿Y ahora qué le ocurre, Nicolás? Parece una oveja... Oj oj oj oj.

Ni:.Be... Betty... ¿Es... es usted?

B.: -Sin parar de reír al ver la cara de perplejidad de su amigo- Claro que soy yo, Nicolás. Oj oj oj oj. ¿Le gusta mi nuevo "estilo"? Oj oj oj oj.

Ni.: -Mirándola de arriba a abajo con la boca abierta- Está... está... muy... elegante... -Fijando sus ojos en las piernas de ella y tragando saliva- ¿Esas... esas piernas son... son suyas?

B.:Oj oj oj oj, Nicolás. ¿Y de quién más? Oj oj oj oj.

Ni:. No... no... sabía que tuviese unas piernas tan... tan... tan...