—Lo creo, tienes ojeras. Cuéntame, ¿qué tan mal o bien les va a Nick y a ti en su relación después de convertirse en padres?

—Los primeros meses fueron los difíciles, pero ahora todo está bien entre nosotros. —Le digo, cruzando la pierna—. Creo que el haber contratado una niñera para Amy nos ha ayudado bastante.


Tocaron la puerta, seguro que George ya está aquí. Con un ademán le dije a Florentine que yo me encargaría de abrir, quería ver su reacción cuando se dé cuenta de mi visita.


—¿Elisse? ¿Qué estás haciendo aquí?

—Florentine me va a adoptar el fin de semana.


George intentó abrazarme, aun cargando las compras que Florentine le encargó. Por lo que pude ver, lo ha mandado por carne y condimentos, al parecer va a cocinar algo rico para la cena y no podía esperar para compartir de nuevo la mesa con ellos dos. Siempre me habían gustado los temas de conversación que teníamos durante la cena.


—¿Cómo te va, Elisse?

—Demasiado bien para ser real, siento que mi vida es perfecta. Tengo una linda familia, un buen trabajo, muy buenos amigos... Realmente, no sé que he hecho para tenerlo todo.

—Lo mereces. —Menciona él, esbozando una sonrisa—. Es bueno saber que te va tan bien. Aunque la verdad, a veces te extrañamos mucho aquí.

—Y yo a ustedes, créeme que es así.


Florentine ha cerrado el grifo, ya terminó de lavar la carne y fue entonces que me puse de pie para ayudarle. Mientras tanto, George se encargó de destapar una botella de vino, sirvió un poco para los tres en las copas, definitivamente eso me hacía sentir más en casa.


—Es enorme. —Me dice George tomando mi teléfono, viendo la foto de Amy.

—¿A quién se parece? Yo digo que a Nick.

—En los ojos, pero su cabellito castaño lo sacó de Elisse definitivamente. Es una mezcla de ambos, de una forma muy literal. —Le responde a Florentine—. Es una bebé muy bonita.


Tomé de nuevo mi celular, vaya que sí lo es. Mi niña, la echo tanto de menos. ¿Cómo estará Nick con ella ahora? ¿Será prudente volver a llamarlo?





Nick

Las primeras horas sin Elisse debo aceptar que fueron un infierno, no sabía cómo lidiar con Amy y con mi trabajo al mismo tiempo. Todo parecía salirse de control, no sabía qué hacer y el mundo parecía conspirar en mi contra. Empecemos por la hermana de Brooke, llamó esta mañana para decirme que no iba a poder venir para cuidarla como siempre lo hace, se le ocurrió sacar su permiso de conducir justo hoy, dejándome solo con Amy por completo.

Por otra parte, Elisse no dejaba de llamarme. Sabía que no confiaba en mí, quería que la tuviera al tanto de lo que sucedía con Amy y que Gina no estuviese cerca para ayudarme a cuidarla hizo que ella permaneciera mucho más inquieta en París, sobre todo después de haberle dicho que decidí llevar a Amy a la disquera conmigo.


—¿Ya revisaste los derechos? —Pregunta William—. ¿O por lo menos estás al pendiente de que tu hija no se los coma?


Cuando volteé a ver Amy me di cuenta de que tenía una hoja en la boca. Con cuidado me encargo de quitársela, para mi buena suerte eran sólo los bocetos de la propaganda de la banda que apenas sería introducida por aquella disquera. Le sonreí torpemente a William y tomé en brazos a Amy, definitivamente haberla traído fue buena idea mientras estuvo dormida.


Tú ya sabes a mí [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora