S E I S

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Mamá recibe a Jazmín con los brazos bien abiertos, se cuanto ama a su nuera, incluso tienen muchas cosas en común. Le echo un ojo en cuanto se separa de mamá.

Lleva un vestido blanco de cuello alto, ajustado en la parte de arriba y suelto por abajo, justo hasta debajo de sus rodillas. Está combinado con unos tacones rojos y un labial del mismo color. Su cabello rubio está suelto Y mucho más largo que la última vez que la vi. Su maquillaje es sencillo, pero toda una obra de arte.

— Alma, me da gusto volver a verte— me abraza y la correspondo, ahora que lo pienso, a todos los de la familia les cae bien Jaz; es todo un amor.

— a mi no pitufa— interrumpe mi hermano con su ridículo apodo.

¿no les había dicho cuanto odiaba a mi hermano?

Pues ahora lo saben.

— No te metas tonto— le gruño mientras agarro a mi cuñada de las manos. Nos dirigimos hacia la sala dejando a Matt con un rostro indignado— lamento que mi hermano sea tan raro, digo, tuvo suerte al encontrarte, no todo chica se enamoraría de un estúpido como el
— Jazmín no se aguanta y ríe por lo bien que hablo de el, ustedes entienden.

— seguro es por la frase "el amor nos vuelve ciegos— reímos a carcajadas.

— queridas, las esperamos en el comedor— dice mamá en tono elevado para que escuchemos. Caminamos despacio hasta llegar a nuestro destino. La mesa está organizada con platos blancos, cucharas, cubiertos y cuchillos. Es demasiado formal para mi gusto. todos tomamos asiento y empezamos con la cena. hay algunas conversaciones de negocios, otras de la vida de casados de Matt y Jazmín; cosas así. James no es el unico que se muestra desinteresado con esos temas.

— se acerca nuestro aniversario y pensé que podríamos vacacionar todos juntos— habla mi hermano después de un tiempo de estar callados— además, mas tarde Jaz y yo les diremos algo importe— entrecierro los ojos, Matt tenía una gran sonrisa en el rostro. Traté de pensar cual sería el anuncio tan importante, pero no se me ocurrió nada así que le resté importancia.

— me parece una muy buena idea, hace mucho que no salimos en familia— mamá es la primera en dar su opinión y mi hermanito no puede ocultar la emoción, le gusta pasar tiempo con Matt, solo que hace mucho que no lo hacían. 

— vamos al parque acuático, o mejor dicho..., a una isla o, a un crucero— todos reímos ante todos los lugares a lo que desea ir, yo sin duda estaba de acuerdo con todas las opciones.

— o hijo, al parecer estás más emocionado que nosotros— papá le revuelve el cabello— creo que la isla es lo mejor, me gustaría alejarme del ambiente pesado de la ciudad, ¿tu que piensas cariño?— papá se dirige hacia mi como si supiera que he estado muy callada. 

— el aire fresco no hace daño a nadie— creo que suena más a una pregunta.

La cena continua y después de medio hora estamos en la sala de estar tomando una taza de te. James hacía muecas al beberlo, sabía que no le gustaba para nada, pero trataba de ser educado. 

Mi teléfono sonó en la mesita, cogí la llamada de un numero desconocido no sin antes decir -con permiso- para salir de la conversación. Quien sea le agradeceré, estaba demasiado distraída, pero aun así notaba las miradas de mi padre. El sabia lo que ocurría. 

— ¿hola?— se escuchó la voz de Saily desde el otro lado. No se como tenía mi número.

— hola...— trato de ocultar la incomodidad. Saily y yo éramos compañeras desde hace mucho, pero nunca habíamos hablado de nada que no fuese de clases.

— perdón si interrumpí algo, quería saber si te gustaría ir por un helado conmigo— si, no podía creer que ella me estuviera invitando a algún lugar, digo, siempre fue reservada. 

 — eh, si, me encantaría, haz tocado justo en mi punto débil, amo el helado— rio y ella me sigue. Ahora que lo pienso nunca había considerado una amistad con ella, aunque sabía que era una buena persona. 

— muchas gracias por aceptar Alma, también quiero agradecerte por defenderme días atrás— noto su cambio de humor.

— no tienes porque, me agradas— después de planificar la fecha, cuelgo la llamada volviendo a la sala. 

— te esperábamos— Matt habla y yo me siento al frente de el en un lindo sillón color lila.

— lo siento, era una compañera del colegio— me excuso.

— bien, es hora de darles la noticia que esperábamos contar esta noche— Max pone sus manos en su pantalón en signo de nervios.

— te escuchamos hijo— papá pone una manos en su hombro.

Todos estamos mirando directamente a la pareja mientras ellos intercambian miradas incómodas.

— ¡estoy embarazada!- Jazmín exclama.

A ver, eso sí que no me lo esperaba. ¿voy a ser tía?, de sólo pensar que Jaz tiene una pequeña criaturita en su estómago me hace sentir super feliz.

Ya era hora...

— ¡oh por Dios!— Mamá es la primera en reaccionar y abraza a su nuera con mucha fuerza, luego le da dos besos en los cachetes— por fin voy a ser abuela, no se porque mi hijo tardó tanto— todos reímos con ese último comentario. Papá es el siguiente en felicitarlos y James solo se dedica a felicitar no entendiendo mucho la situación.

Aprovechando que todos están felices y charlando sobre el bebé me escabullo y salgo hacia el patio trasero. Miro hacia el suelo para no caerme a la piscina, suelo ser un poco torpe a veces.

Es cierto que no puedo creer que ya vallan a tener un hijo, digo, ellos no están estancados como yo.

Y no es que me sorprenda, sólo que me siento un poco mal al no poder avanzar, yo quisiera elegir que camino seguir sin estar pensando en mi pasado.

— Alma, ¿puedo sentarme?— papá está parado a mi lado, se ve tan alto como lo recuerdo, y con una pequeña sonrisa. Asiento, el sabe que algo me pasa, siempre lo ha sabido.

Se sienta y se queda en silencio por unos minutos hasta que al fin habla.

— está bien si aún no quieres avanzar, pero no puedes culparte por estar hundida en tu pasado, es parte de ti—

— ¿cómo...?— hago referencia a lo que dijo.

— te conozco más de lo que crees, Luna— no se porque aún me llama así.

— entonces, ¿tu crees que debería dejarlo ir?— estaba tan cansada de todo. Yo sólo quería ser feliz. Quería tener amigos, enamorarme, salir de fiesta, luchar, sonreír, llorar, solo..., vivir de una vez por todas.

— yo no puedo decirte lo que debes hacer, pero puedo decirte que es hora de tener una vida, a veces no está mal sufrir un poco, sólo debes aprender a avanzar— una lágrima sale de mi ojos— no tengas miedo, yo estaré aquí— me abraza— por siempre...—

— y para siempre— terminé nuestra frase.

Después de eso entramos, jazmín y Matt ya estaban despidiéndose.

— hablamos después pitufa—  Matt grita y se acerca a mi para darme un abrazo— te quiero Al— me susurra suavemente en mi oído para luego marcharse. De alguna manera entendió mi humor y me dio mi espacio.

Entre SentimientosWhere stories live. Discover now