La vida de Mathu

7 - El visitante

Scotta y yo entramos a la casa lentamente...  Aunque nada parecía estar fuera de lo normal, había algo en el ambiente que nos indicaba que algo estaba mal.

Recorrimos cuarto tras cuarto hasta llegar a la cocina, que era el único cuarto que faltaba revisar. Por alguna razón, un miedo imponente nos invadió cuando llegó el momento abrir la puerta. Lentamente, Scotta, que siempre había sido la más valiente de las dos, abrió la puerta. 

Por como estábamos paradas, scotta fue quien primero vio que era lo que había allí dentro.

- "¡¡¡AHHHH!!!" gritó Scotta. 

- "¿Qué pasa?¿Qué hay?" pregunté. Scotta levantó una mano temblorosa a modo de respuesta, y señalo dentro de la cocina. Con todo el valor que tenía, me acerqué hacia la puerta para ver que era eso que tanto había asustado a Scotta. Y jamás habría imaginado que era lo que había allí... 

Apoyado sobre una mesada, y con una mirada algo preocupada y severa, se encontraba un hombre. 

- "Ustedes deben ser Scotta y Mathu, ¿verdad?, siempre soñé con conocerlas pero nunca pensé que sería de esta manera." Dijo con un tono calmado. 

Scotta y yo nos miramos, ¿quién era este hombre?, ¿y como es que sabía nuestros nombres? Antes de podamos decir nada el misterioso hombre se adelantó y nos miró de arriba a abajo, y noté como sus ojos se volvían vidriosos, y sus mejillas de un tono rojizo, esto era extrañísimo. 

- "Han crecido tanto desde que las vi por última vez" dijo con apenas un susurró, como si estuviera hablando consigo mismo. 

- "Perdona, pero... ¿quién eres?, ¿y como entraste a nuestra casa" preguntó Scotta, siempre pensando con su lado racional. 

-  "Scotta, Mathu, yo soy su padre"

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Flor La Planta

- "¡Rocinante cómo pudiste hacerme esto!¡Fui una estúpida, creí que éramos el uno para el otro, jamás debí confiar en ti!" Grité entre llantos, nunca antes me había sentido tan traicionada. 

- "Planti por favor, debes entender que jamás fue mi intención herirte-"

"-¡QUE NO QUISISTE HERIRME! ¡Si querías estar con otras personas podrías haber roto conmigo antes! ¡Jamás debí haberte conocido!" Lo interrumpí furiosa, no caería en sus mentiras de nuevo, ya había sufrido demasiado. 

Antes de darle a ese bastardo la oportunidad de seguir hablando, me retiré rápidamente hacia mi auto, y comencé a manejar hacia ninguna dirección en particular, necesitaba no pensar en nada por un rato. 

Luego de una hora de dar vueltas en mi auto, volví a casa. Ya lo había decidido, no creía más en el amor, y nada ni nadie me haría cambiar de opinion. 

Me dirijí a la casa de Chris, siempre fuimos grandes amigos, él sabría cómo confortarme.

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OMGG, perdónenme fieles seguidores, por temas personales no pude subir durante este ultimo tiempo, ¡pero la buena noticia es que estoy de vuelta!

Este capítulo va a estar dedicado a mi compañera y amiga Adolfina, en quien me inspiré para escribir uno de los personajes de este libro :)