My love story [Inazuma Eleven]

Capítulo 36

— ¿Con quién? — dije en voz baja con el corazón acelerado

— Bueno, pensé que no estaba bien meterte en el sorteo, ya sabes, eres una chica y quizás te sentirías incómoda con un chico — asiento — así que mañana cuando conozcas a las gerentes del Inazuma les puedes preguntar sobre eso, también preguntaré personalmente a los chicos si les importa tener a una chica en su casa ¿Estás de acuerdo?

— Hai, muchas gracias Changsu-san

— No me las des, lo estuve pensando y creo que es lo mejor — sonríe — el capitán siempre lleva la razón

— Que más quisiera — se escuchó bajito por un lago

Changsu lanzó su típica mirada asesina y todos señalamos rápidamente a Claude.

— Pe-pero ¡Que esta vez no he sido yo lo juro! — saltó a defenderse de inmediato

— Bueno, hemos llegado — se escuchó la voz del conductor y todos nos bajamos a coger las maletas

— Waa ¿Te puedes creer que mañana a esta misma hora estaré en casa de Mark Evans? — me dice Bryce ilusionado

— Si, si, me lo puedo imaginar — sale el aura vengativa de Changsu por detrás de Withingale

— Bueno, el tiempo es oro y lo estamos perdiendo, vayamos rápido a dormir o si no mañana vamos a perder el autobús — digo intentando olvidar ese tema de momento

— Mierda — se escucha de parte de Claude

— Claude, te he dicho muchas veces que tienes que aprender a ser menos gro... — el pelirrojo le interrumpe

— ¡Pero hombre, es que no encuentro mi maleta! — grita

— Debieron de haberla subido a otro vuelo, como la empresa que contratamos nos metieron las maletas en el autobús... — todos se quedan callados un momento

— Bueno yo me voy a dormir de todas maneras — dice Bryce chistoso colocando sus manos detrás de su cabeza

— ¡Bryce no seas maldito! — le señala con el dedo mientras la vena de su frente se hincha

— Claude, no te preocupes, aunque vayas a reclamarla ahora tardarán en devolvértela, los uniformes los tenemos el capitán y yo, y mañana tu huésped puede prestarte — traté de tranquilizarlo

— S-si, tienes razón — suspira — siempre me pasan estas cosas a mí, mira que tengo suerte

— Claude, olvídalo, hemos venido aquí a pasarlo bien, ya recuperarás tu maleta, vamos a descansar que si no mañana estaremos agotados

Todos asentimos y Claude sonríe tímidamente.

— Está bien, gracias — dice

Narra Shawn 

Me levanto de la cama con enésima vez esta noche, son las 3 de la mañana y aún no logro conciliar el sueño ¿Qué mierda me pasa?

Miro por la ventana y aprieto mis puños.

— No me gusta sentirme así, no quiero sentirme así ¿Por qué? ¿Por qué por qué por qué? — me repito una y otra vez

Voy hacia el escritorio y me siento en él, abro el primer cajón que hay y al final de este saco un pequeño sobre pegado a una de las paredes.

Lo abro con cuidado y saco lo que tiene en su interior.

Es mi más preciado tesoro y aún así no lo he vuelto a mirar desde que vine aquí.

Es mi mayor miedo y aún así lo voy a ver ahora.

Termino de sacar esa foto que guardaba con tanto recelo y no puedo evitar sonreir mientras miles de sensaciones hostiles recorren mi cuerpo. ¿Será igual de linda ahora? 

Agito el sobre y saco dos pequeños objetos, uno de ellos es un botón, recuérdo perféctamente que se le cayó y me lo dió, para ella quizás no fue algo relevante pero yo lo he guardado todos estos años.

El otro objeto es una pequeña botellita de cristal colgada de una cadena con un mensaje dentro, un  mensaje que apenas recuerdo, que no quiero recordar.

Lo vuelvo a guardar todo rápidamente y lo meto en el cajón sin cuidado alguno. Respiro profundo varias veces.

— No voy a poder verla a la cara de nuevo — pongo mi rostro entre mis manos — no después de haber llamado y decir todo eso ¿Por qué diría eso? Realmente no quería decirlo... Mi intención era poder hablar un poco con ella antes de que viniera para que no fuera tan incómodo al vernos... Pero tuvo que coger el teléfono su hermano... No supe que contestar y di-dije eso... — susurro a punto de romper en lágrimas 

Mi corazón siente como si tuviera que soportar varias cargas. Tanto dolor y sentimientos ocultos no caben dentro de una sola persona. Y no sé si puedo sostenerlos mucho más.