Cautivada Por Sus Mentiras

capitulo diesiocho

Tengo miedo, miedo de covertirme en lo que siempre odie.
La muñeca de porcelana de alguien, un lindo trofeo que presumir.

Me miro al espejo, mi piel llena de pequeños moretones que Connan ha marcado en mi piel, muestra de su pasión, misma que muchas veces me ciega y no me deja ver la relidad de las cosas.

Y tengo miedo.

Por primera vez desde que sali de casa tengo miedo.

El amor me ha tenido en una nube rosa.

—Asi que tu eres la zorra que quiere quitarme a mi hombre. Escucho una voz y me doy la vuelta encontrandome con unos ojos azules hermosos pero frios y maliciosos.

Una mujer hermosa me mira con burla.
Su cabello es tan rubio, su ropa se ve costosa, ademas del collar de diamantes que lleva.

—¿Te quedaste sin habla perra?

—¿Disculpa?
Ella se acerca a mi, me encara.

—¿Eres retrasada verdad? O no me explique. Dice y se rie secamente. —Soy Laini Coffman la prometida del hombre con el que tu te has estado revolcando zorra. 

No veo venir el golpe que se estrelló cintra mi mejilla, y que me manda al piso.

Mi cabeza entra en un estado de shock.

Yo soy la novia de Connan ¿Cómo que ella es su prometida?

Esto es una puta maldita broma tiene que serlo.
Yo deje todo por él, toda mi vida por él, mis padres, mi hermana, mis sueños.

Las lágrimas bañan mi rostro.

Unos pasos apurados y fuertes llegan hasta donde estamos.

—no le dijiste a tu puta que yo soy tu novia.
La rubia escupe su veneno, sus mentiras, porque eso es lo que son sus palabras mentriras; tienen que ser mentiras. Mientras abraza a Connan del brazo.

—Connan... Mi voz suena entre cortada.

¿Porque se queda callado? ¿Porque no la desmiente?

—Cassidy ella es Laini la futura señora de esta casa. Dice con voz fría.

¡Lo odio!
Me levanto del piso y avanzo contra él.
Él me mintio todo este tiempo ¿Cómo fui tan ciega para no ver la verdad?

—Ers un maldito. Digo y trato de golpearlo pero detiene mi brazo. —¡Sueltame Maldito!

—Calamate Cassie.

—¡Eres un maldito Gray!
¡Déjame volver a mi casa!

Grito con furia y coraje.
—¡ya tienes a tu noviecita! ¡Me voy a casa!

—oh la gatita saco las garritas. Se burla la niña mimada, la rubia que mira la escena divertida.

¡Puta! Es una maldita puta.
Más bien eso lo seras tú. Dice una vocecita dentro de mi.

—Laini ve a la
recamara— le ordenó Connan soltándose de su agarré. Y apretando mi mano con mayor fuerza  —ya te alcanzó hermosa.

—Claro cariño— Dice melosa y le da un sonoro beso en los labios.
—Adios putita.

La chica se aleja contoneando las caderas. Jalo mi brazo logrando que Connan me suelte camino hacia fuera de la habitación para dispuesta a largarme, estoy sintiéndome  la más estúpida y patética del mundo.

Es que ¿como pude creer es sus enredos?
¿Cómo se iba a fijar a alguien como yo? 

Mi corazón está completamente lastimado.
Es más esta hecho pedazos.

No puedo creer que me haya creido sus palabras, que estupida soy, no escuche a mis padres y debi hacerlo, mis lagrimas bañan mis rostro el cual me limpio.

—¡Detente Cassidy! Me grita, pero no lo escucho, no quiero verlo. Me toma del brazo.

—¡Suéltame!— Trato de soltar mi brazo pero él es más fuerte. —¡Me das asco!

Su mano impacta contra mi mejilla.

—¡Cállate! Grita completamente furibundo.

Su rostro era otro, el verdadero moustro mostrando su verdadera cara.

Lo mire dolida, era la primera vez que alguien a quien yo amaba me golpeaba.

—me golpeaste. Susurré dolida, mirando hacia el piso.

—entra a la habitación vamos a hablar. Ordenó como si no me hubiera herido, como si fuera cualquier empleado.

—Ya te dije que no, me voy a ir.

Otro golpe impacta en mi mejilla.

—Te ordene que entraras ¡Maldita sea!

El miedo se apodera de mi y entro a la habitacion.

Me pregunto ¿Porque no escuche a mis padres? Hoy no estaria aqui.

Nadamas entrar soy lanzada con violencia contra el colchon de la cama, no soy capaz de reacionar pues enseguida tengo connan sobre mi.

—¡Sueltame Connan!
Le grito, el comienza a romper el pijama que llevo puesto.

Lo golpeo, se lo que hará. Y quiero detenerlo.

—Me vuelves loco Cassie. Dice mientras me muerde el cuello, yo me muevo y pataleo.
—¡para ya perra! Tu amas que te folle y gimes como una puta.

—¡yo no soy una puta! ¡yo te amaba hijo de puta!

Su puño se estrella contra mi mejilla.
—¡A mi no me hablas asi Cassie! Y sin mas termina de rompre el pantaloncillo de pijama.

—¡NO! No quiero Connan ¡Dejame!

El toma mis manos por encima de mi cabeza con una mano, mientras que con la otra abre la bragueta de sus pantalones.
—Aqui se hace lo que yo digo muñequita.
Saca su miembro y lo clava en mi sin comtemplaciones.

El dolor que siento es aniquilador, me quedo quieta.

Mientras lagrimas caen por mis mejillas.

No puedes forzar a una mujer, es un acto vil y cruel.
Siempre crei que yo era quien decidia sobre lo que queria o no queria hacer, mis decisiones equivocadas me trageron a este lugar, a este momento donde mi cuerpo es tomado con rudeza con crueldad; yo no queria.

Y un yo no quiero debio ser suficiente para detenerlo, pero sé que no sera asi, se que a  Connan le importa muy poco lo que yo pueda sentir.

El solo va usarte Cassie, es un hombre mayor y con todos esos hombres detras de él, es obvio que algo oscuro esconde hija.

Perdoname mami por no escucharte.

El termina con un gruñido, se vacia dentro de mi.

—Eres tan deliosa.

—Me das asco.

—Te quedaras aqui hasta me canse de usarte.

No digo ni una palabra mientras el se pone de pie, se limpia y se sube el pantalon.

—limpiate la sangre. Dice señalado mi intimidad.

Sale sin más  de la habitación.

Cubro mi cuerpo con las mantas, no busquemos culpables, aqui la que se daño asi misma he sido yo.

Debi saber que el no era él principe azul que parecia, debi correr, debi darle la vuelta.

Pero el tiempo no volvera, el timpo no perdonara mis errores.

Solo me queda salir de aqui, voy a salir de aqui y regresare a casa, le pediré perdon a mi familia de rodillas y tratare de seguir.

Lo voy a hacer.

Lo hare.

Hola Personitas.

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Feliz domingo.