Capitulo 3

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Después de horas de dar vueltas por la habitación caigo a la cama agotada.

Horas antes había venido una amable mujer y me había atendido.

La curandera. Una mujer de edad muy dulce llamaba Ada.

No tenía más que moretones y golpes leves.

Luego de darme una bebida que sabia a barro, el dolor fue desapareciendo poco a poco.

La puerta si era un baño aunque algo rustico, había una enorme bañera de piedras hermosas pero no había grifos por lo cual no pude darme un baño.Tampoco había grifos en el vanitory lo que había eran dos hermosos cuencos de piedra con agua.
Tenía todo para mi aseo así que me cepillo los dientes remojo mi rostro y salgo sintiéndome un poco mejor conmigo misma.

Cuando miro por la habitacion veo que el ropero estaba bien equipado aunque sus prendas no eran para nada como las que acostumbraba.
Eran solo vestidos antiguos algunos simples otros elegantes, opto por uno cómodo tipo camisola de lino que me queda a mitad de los muslos.

Una vez en la cama cierro los ojos y trato de procesar todo lo que ha pasado.

Aún siento que estoy soñando y que mañana me despertare en casa.

................

A mitad de la noche me sobresaltó al sentir una caricia en la mejilla.

Abro los ojos y escaneo mi alrededor.

La habitación no me es familiar y empiezo a temblar.

La puerta está entreabierta dejando entrar poca claridad.

Entonces los recuerdos empiezan a llegar a mi.

Abalon.

Malik.

Ojos amarillos.

La cabaña.

Mis ojos se llenan de lágrimas y nuevamente escaneo la habitación buscando la amenaza.

Aquí no hay nadie, me repito mentalmente y cierro los ojos.

Cuando el amanecer me despierta así como estoy salgo de la habitación.

Llego a la escalera y comienzo a avanzar.

Escucho ruidos en la planta baja y sigo el sonido.

Paso un enorme salon con una mesa para muchas personas, tambien veo una chimenea.

Llego a una cocina.

El olor a comida hace retumbar mi estomago, no había notado el hambre que tenía.

Hay una mujer cocinando y tarareando, de espaldas a mi.

Es alta, demasiado para ser Mujer.

Cuando escucha mis pasos detiene su tarea y me enfrenta.

Tiene un vestido largo verde, el pelo cubierto con un pañuelo y un pequeño delantal. Unos ojos azules me sonrien.

Es una mujer de edad pero muy hermosa.

- Niña hermosa, te has levantando al fin.

Su voz es suave y dulce.

Me recuerda a la voz de mi madre

- Lo lamento, estaba agotada.- Me disculpo y miro mi atuendo, ni siquiera me he cambiado, que horror pienso mientras me disculpo con la mirada  y llego a su lado.

La cocina es hermosa y muy espaciosa.

Todo en madera tallada , la mesa, los estantes y armarios.

Hay un gran ventanal que ocupa toda la pared del fondo, cubierto por cortinas.

El Rey Malik Where stories live. Discover now