Cap. 14 : Dia 2

62 11 9
                                    


4:00 am

Me levanté sofocada, la verdad no sé por qué. Mire mi cama y recordé que la noche anterior las chicas no vinieron. Baje a la cocina a buscar un vaso de agua y de paso me quede sentada en el sofá de la antesala un poco asustada por lo oscuro que aún era. Luego de unos minutos cabeceando mientras me quedaba dormida tuve un espasmo. La verdad estaba cansada de tenerlos.

Volví a la cama e intenté buscar el sueño, pero seguía sintiéndome mal físicamente.

- ¿será por las pastillas?- me pregunté confusa mientras recordaba que no estaba bebiendo mis pastillas para los tics adecuadamente.

Estaba bastante confusa, hace mucho tiempo que no me sentía así, luego de una gran batalla de movimientos involuntarios y repetitivos me quede dormida gracias a Dios.

10: 00 am

El ruido de una licuadora me despertó.

- ¿mamá pasa algo? - pregunto mientras bajaba las escaleras.

- No, solo preparo jugo.
- Ahhhh ok.
- ¿Te pasa algo? - pregunto mi madre mientras me pasaba un vaso de jugo verde.
- No, ¿por qué?
- Estás muy pálida y tienes un poco de fiebre...- confusamente decía mi madre mientras tocaba mi frente.- hace mucho tiempo que no te ponías así, seguro deber ser porque no estás acostumbrada a salir y eso.

- Creo que sí.- tome un sorbo de jugo y al instante lo saque hacia fuera vomitando en el fregadero.

- ¿Estás bien? - pregunto mi madre sosteniendo mi pelo.
- Estoy mareada.- dije. Titubeando.

Mi madre me acompañó a mi cuarto donde una vez más intenté descansar, no sé cuánto tiempo pasó, pero unos cólicos horrendos me despertaban una y otra vez haciéndome quejarme por el dolor.

Intente abrir mis ojos y sentí como alguien acariciaba mi pelo y sostenía mi mano caliente por la fiebre.

- creo que deberíamos llevarla al hospital. - escuché una voz a lo lejos antes de quedarme inconsciente.

La luz de sol me hizo volver en sí, solo podía escuchar como mi madre habla sobre lo preocupada que se sentía, al parecer me llevaban cargada hacia un auto para llevarme al médico.

***

6:00 pm

Me levanté mareada y solo logro ver a máxime recostado frente de mi cama, realmente no sabía que hora era, pero me parecía algo un poco tarde. Estaba en el hospital, sin duda alguna no había estado lo suficientemente bien como para estar en casa, en ese momento entro un doctor.

- buenas tardes, señorita Miller.
- Buenas. - dije tratando de volver en sí.
- Bueno, ¿puedo levantar a su novio?
- No es mi novio.-respondí fírmente.
- Estoy seguro de que sí.

Máxime se levantó lo suficientemente cansado como para irse al mueble de la habitación y quedarse dormido nuevamente.

- Riley Miller, a ver tienes anemia crónica, es una afección en la cual el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos. Eso explica tus síntomas, fatiga, mareos, entre otros. Según me dice tu madre no te estás tomando los medicamentos para tus tics lo que sabes que empeorará tu condición.

Baje la cabeza por la vergüenza.

El doctor tomó mis manos y miro unos pequeños moretones en mis brazos flacos.

- también me dijo que muchas veces te golpeas involuntariamente y no se lo comentas.

- Solo no quiero abrumarla.

- Te estás asiendo daña guardándote todo eso.- dijo máxime aún con los ojos cerrados.

- No sé qué te parece la idea, pero debes venir con la psicóloga los miércoles y jueves.- concluyó el doctor recibiendo a mi madre que venía al parecer de la cafetería.

- ¿Cuándo nos podemos ir?. - pregunte pasando mi mano por el catéter que tenía puesto y por cierto me molestaba.

- Mañana y debes empezar a cuidarte.
- ¿Es muy necesario, que venga con la psicóloga? - pregunte un poco preocupada.

- si, te ayudaría mucho y ya lo comente con tu madre. - dijo el doctor.

Asentí y suspiré...

- debo irme.- dice mi madre tomando su bolso.
- Mamá, ¿no me vas a dejar sola, verdad?.
- ¿Y es que no soy nadie?.- dijo máxime quitándose el abrigo que traía.
- ¡No!, ósea no se permiten hombres para dormir.- dije algo nerviosa.

- Amor hablé con la enfermera y me dijo que máxime se puede quedar... me voy porque me han ofrecido cuidar al señor Tom el papá de mi amiga clara.

- Pero solo lo cuidarás y vendrás...¿verdad?
- No, tengo que cuidarlo toda la noche, necesito el dinero.- susurró mi madre.

Me quede callada asiendo una cara de disgusto y máxime solo estaba ahí diciéndole a mi madre que le fuera bien cuidando aún señor de 90 años.

- mamá... ¿No puedes dejarlo para otro día?
- Sabes que no, si no fuera por máxime estuvieras aún en casa en muy mal estado, agradécele.- susurraba mi madre.

Después de despedirnos y de ver como mi madre se iba dejando por primera vez sola con un chico, intente hacerme dormida, pero era imposible. Iba a pasar la noche con él en un HOSPITAL, gracias Dios por tanto. Me repetía a mi misma sarcásticamente.

- ¿estás durmiendo?
- No.
- Te gustaría que habláramos.- dice máxime sentándose en el mueble en qué se supone que dormiría.
- ¿De qué? - pregunte en voz baja dándole la espalda.
- No sé, de cómo te sientes.

Lo pensé por un momento...

- En estos momentos me siento algo cansada y ...

Para ser sincera necesitaba dejar salir todo ese dolor y, ya que más da...

- puedes decirme lo que sea.
- Me sigues gustando...

Permanecí unos minutos aun de espalda y al no escuchar nada de su parte Volteo a ver y estaba ahí parado frente a la cama.

-¿por qué me dices esto aquí?. - dijo mirándome fijamente.

Oculto mi rostro por la vergüenza.

Sus manos se encontraron con mi rostro frío por el aire helado de la habitación. Se acerca a mí y susurra:

- Me duele no poder responderte de la misma manera.

Sentí como una parte de mí se tornó vacía, pensé que al menos en el tan poco tiempo que tenía aquí me habría de tomar aprecio, pero no.

- Gracias. - respondí evitando parecer débil ante su respuesta que sin duda alguna casi me pone a llorar.

Cómo puedo describir que para mí ese momento fue tenso y pesado.

Un cálido beso de su parte lo volvió sereno, único y especial. Como sus manos frías tocaban la parte baja de mi cuello, como sin duda alguna no rechace ese beso.

Nos separamos y sus ojos seguían ahí mirándome, aun sin apartarse de mi rostro su dulce voz salió a flote y lo escuche decir:

- Apenas vamos por el segundo día y siento la necesidad de quedarme aquí. Porque no me bastan cinco días para conocer más a fondo mis sentimientos por ti.

Hii🐻 mis ositos, perdón por durar tanto sin actualizar y por los capitulós cortos, la escuela me tiene un poco agotada. ❤️ los amo mucho ya casi llegamos a las 700 lecturas 👏🏻

Escríbeme en los comentarios que te pareció el capituló ❤️

UNA CHICA CON TOURETTEWhere stories live. Discover now