Extra 1: QingLi I.

1.3K 111 102
                                    


Sólo una noche.

XiCheng.

Extra 1: QingLi I.

La música resonaba con tal fuerza dentro de aquella pequeña casa que las paredes brillaban con fuerza y las ventanas se estremecían. La multitud dentro era tal que, frente a los ojos de Jiang YanLi, parecían una masa uniforme que se movían al compás de las melodías y que no dejaban siquiera que un sólo centímetro los separara unos de otros.

Dándole un trago a su vaso lleno de vodka mezclado con algún tipo de jugo frutal, YanLi sonrió para sí misma y sacudió la cabeza. Había olvidado, tras abandonar la casa de sus padres hace años ya, la magnitud de las fiestas que su hermano adoptivo Wei WuXian solía organizar, así como también la increíble habilidad que este poseía para hacer amigos y así llenar sus casas cada que organizaba algo.

Sentada en lo que era el improvisado bar echo con mesas de ping pong y muchas botellas con todos los licores existentes en el mundo, ella se dedicaba a observar y disfrutar de la música mientras buscaba con la mirada a sus hermanos.

Wei WuXian fue el primero, que al enganchar su mirada sonrió ampliamente y se acercó en su dirección, balanceando de manera cómica su gran vaso de plástico rojo que estaba lleno hasta el borde.

—Shijie, ¿qué haces aquí sentada como una aburrida abuelita que está vigilando a sus nietos? No me digas que ya entraste en la etapa de "ya no disfruto la vida, es que estoy viejita".

YanLi se rió ante eso, divertida ante las ocurrencias de su hermano.

—Ni siquiera he llegado a los treinta, A-Xian. ¿Qué me estás diciendo?

—¡Por eso digo! —Wei WuXian se sentó a su lado con un salto y comenzó a abarcar la habitación con su mano, la misma que sostenía el vaso sin derramar una sola gota—. Mira a tu alrededor, hay muchos chicos guapos, calientes y divertidos que están más que dispuestos a divertirse un rato contigo, ya sabes, bailar, hablar de la vida, y puede que tal vez tener un polvazo de esos que se olvidan con la resaca...

—¡A-Xian! —exclamó YanLi, dándole un manotazo en el brazo. Él se reía a su lado—. ¿Qué clase de hermano eres, empujándome así a chicos que ni siquiera conozco?

—Pero yo sí los conozco, y te puedo asegurar que ninguno de aquí es un idiota que pueda hacerse el listillo contigo. Y si lo hace, pues conocerá la furia de mi puño...

YanLi sacudió la cabeza, poco dispuesta a seguirle el juego.

—No me digas que estás así por tu ruptura con el pavo estúpido ese. —Wei WuXian frunció el ceño—. Ha pasado un tiempo ya desde eso...

—No se trata de eso —le aseguró ella con un suspiro, y por acto reflejo sus ojos fueron en dirección a su mano izquierda. Se estremeció, haciendo una mueca—. Ese tema está superado.

Había sido una relación larga y estable. A pesar de las quejas de sus hermanos e incluso del desagrado que estos parecían tenerle, Jin ZiXuan había sido siempre un buen hombre que había sabido amarla, respetarla y darle una relación tan bonita como duradera. Contrario a lo que todos parecían creer debido a su personalidad un tanto altanera para con los demás, él siempre había sido alguien que se había desvivido por ella, una persona totalmente diferente sólo con ella que era cálido, amable y paciente, que la había amado profundamente y se había pasado largos años procurando respetarla, apoyarla y darle todo de sí mismo sin condición alguna. Y había sido algo hermoso, sino fuera por lo distintos que eran y el punto de inflexión al que llegaron después de cierto tiempo.

Solo una noche. (XiCheng)Where stories live. Discover now