Jujutsu Guardería!

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Hacia ya un largo tiempo que habías estado en la preparatoria de hechiceros, no estudiando oficialmente como estudiante de esta, sino casi como inquilina.

A tus 15 años, cuando estabas a punto de entrar a tu primer año, rechazaste la oferta.

Los hechiceros de mayor edad, siempre te habían tratado con bastante brusquedad durante tus años allí, así que decidiste escapar, antes de volverte un peón de ellos.

Pero en realidad sólo te cambiaron de cuidador por así decirlo.

Habían encargado a Gojo Satoru, dos años mayor que tu, de vigilarte y tratar de que vuelvas a tener contacto.

Pero nada salió como se planeó de ninguna manera, no eres nada de parte de la escuela, y te la pasas cuidando ahora a niños que en un futuro seguramente vayan allí mismo.

Sabes que normalmente, aquellos que tienen capacidades para ser hechiceros, no tienen los mejores pasados, así que solo quieres darles una buena infancia, como mínimo, antes de que se lancen a un mundo completamente peligroso.

-"Okay~ ya es momento de dejar de jugar, vamos a guardar" dijiste mirandolos

-"No! Por favor! Podemos jugar un rato más?" Kugisaki te puso ojitos de perrito mientras tenía unos ladrillos de jueguete en su mano, estaba construyendo

-"Por favor! Cuando acabemos vamos a guardar todoo!" Itadori no tardó en ir contigo con una espada de juguete en su mano

-"Shake!" Inumaki dijo alzando las manos

-"Inumaki que haces un vestido en esas cajas?" Reiste leve al verlo

-"Estamos jugando a rescatar a la princesa, y ese es Inumaki, Panda es el dragón, Megumi es el hechicero malo, e Itadori y yo vamos a rescatarlo" Maki hablo mirandote

-"Okay como veo a todos muy entretenidos los voy a dejar jugar, pero deben ordenar todo antes de comer, si? La comida va a estar lista en unos 10 minutos más" les dijiste y todos estuvieron de acuerdo

Sonreiste y te fuiste del cuarto de juego.

-"Mm... Aún me faltan dos niños..." comentaste yendo a la sala y allí encontraste a Yuuta sentada leyendo "Aún me falta uno..." suspiraste

Fuiste al cuarto de Itadori y allí lo encontraste.

-"Qué haces aquí? Por qué no estas abajo?" preguntaste acercandote a él

-"No necesito jugar con ellos! Humph!" se quejó Sukuna

Reiste leve por su gesto.

Sukuna es el hermano gemelo de Itadori, según los hechiceros es la reencarnación del mismo Rey de las maldiciones, pero no tiene ningún recuerdo de su vida pasada.

-"Tampoco quieres pasar tiempo conmigo?" te agachaste poniendote a su lado

Él se quedó en silencio durante un tiempo y luego asintió alzando los brazos.

Cargaste al pequeño de 6 años en tus brazos y bajaste con él a la cocina para revisar la comida, ya estaba a punto de estar lista.

-"Yuuta, puedes ayudarme a poner la mesa?" le preguntaste

-"Oh, si!" respondió dejando su libro y yendo contigo al comedor

-"Muchas gracias Yuuta, eres muy amable" acariciaste su cabello

-"Yo también quiero que me halagues!" Sukuna se quejó

-"Oh- okay, que tal si me ayudas también con la mesa?" lo bajaste de tus brazos

Y en ese instante se fue a buscar lo que se necesitaba.

Estabas a punto de llamar a los demás una vez habían arreglado la mesa, y en ese instante aparecieron.

-"Huele muy bien la comida!" Itadori dijo casi brindando y tomando asiento

Viste como todos tomaron sus asientos y sonreiste leve, empezando a servir la comida.

Las comidas en buena compañía siempre saben mejor.

Y desde que haces esto, todo era una delicia.

Una vez acabaron la cena, y cada uno se encargaba de levantar su plato, viste como todos se iban.

-"Guadaron todo lo del cuarto de juegos no?" preguntaste

En ese instante todos se quedaron de pie quietos, dudosos de que hacer.

-"No lo hicieron..." los quedaste mirando "Al que atrapo en un minuto lo tiene que ordenar conmigo!" gritaste rápido y empezaste a perseguirlos entre risas

Lograste atrapar a Kugisaki, Itadori, e Inumaki para guardar los juguetes.

-"Panda! Te has logrado escapar! Me alegra mucho eso! Te has vuelto muy hábil!" le sonreiste

-"Tengo a los mejores senseis!" él respondió alzando sus patitas

Reiste leve.

-"Los demás vayan al cuarto, yo con estos tres iré a ordenar" decías teniendo a Itadori y Nobara debajo de tus brazos y a Inumaki en tu hombro

-"Okaka" Inumaki se quejó

-"Ya sé, pero tu también jugaste igual, tendrían que haber ordenado antes"

A pesar de que a veces se metieran en problemas, o no te hicieran caso, no podrías cambiarlos por nada en el mundo.

Además, hacian tus dias más tolerables, a diferencia de cuando estabas completamente sola.

Prometiste darles todo lo mejor, y eso ibas a conseguir.