Anna.

Me inclino dándole el último beso que me despide de lo que fue, es, y pudo ser.




Vanessa

Missa llamó para avisarme que tardaría aún más de lo que creía en su reunión, y yo que pensaba que hoy tuviésemos tiempo para los tres, últimamente eso es imposible con Brad y Pitt metidos en el departamento todo el tiempo, no está mal pero es molesto si el idiota se comporta como lo hizo anoche.

Missael es un angel, significa mucho para mi y es tiempo de que lo acepte, no dejaré a mis amigos de siempre de lado por él y sus celos.

Esta mañana ha sido diferente, no entiendo que me pasa pero últimamente lo veo en todos lados, cierro los ojos y ahí está él, los abro y siento su perfume junto a mi. Su presencia a veces se me hace hasta predecible.

Noto el correo entrante de parte de la universidad,—deben ser los resultados de admisión—los nervios que he tenido todos estos días comiéndome el alma se desencadenan y liberan todos a la vez, intento mantenerme en calma y esperar para abrirlo junto a los demás, sé que será algo que los tres disfrutaremos por igual y quiero que estén conmigo al hacerlo, ellos son los únicos que realmente saben y entienden lo que esto significa para mi sin nunca dejar de impulsarme contra mis miedos.

Los amo.

No tengo necesidad de sacar las llaves cuando a la primera persona que veo a través de la puerta es a Brad quien cubre su boca y lleva la mano sobre su cintura en cuanto me nota dándose la vuelta, todo queda en silencio cuando me acerco, observo despacio y no comprendo, Pitt me ve y su mirada borra la sonrisa de mi rostro haciendo que sienta escalofríos y miedo, mis pasos se alentan en cuanto puedo ver a casi todos menos a dos personas.

—¿Qué hacen aquí?

Brad se lleva mi mirada cuando sale del apartamento sin verme, según Missael, él y Anna estarían fuera así que no entiendo que sucede, además creí que Pitt estaría todo el día metido en la oficina y nadie me ha dicho que Brad tenga llaves.

—¿Missael y Anna?

Pitt se acerca y niega con su cabeza cuando no puedo evitar ver a esas personas que no reconozco.

—¿Dónde están los demás? —evito que sus brazos lleguen a mi echándome a un lado cuando no habla, el lugar está hecho nada, todo por lo que hemos trabajado tanto ha sido destruido como si hubiera habido un terremoto el cual no sentí en ningún momento, me agacho levantando los cojines sobre el suelo y a lo lejos puedo ver el columpio pender de una sola cuerda.

Empiezo a caminar hasta a el y siento como unos brazos me detienen, giro viéndolo a los ojos y la confusión termina por abundarme.

—¿De quién es la sangre?—digo como puedo cuando siento el corazón encogérseme—Pitt—él no dice nada y logro apartarlo llegando hasta al balcón.

El dolor me aborda evitando que pueda permanecer de pies.

Un hombre cubre su rostro y me muevo como puedo empujándolo lejos, no sé que hace pero no es gracioso.

—Esto no es divertido, levántate.

—¿Qué haces? No puedes estar aquí.

—Anna vamos levántate, te juro que no es gracioso.

—Vanessa—me hablan y siento ganas de golpearla para que deje el juego, ese hombre no deja de hablar y otro se acerca pero Pitt lo detiene, logro ver la pequeña muñeca de alambre cuyo vestido una vez fue blanco ir de rojo estar junto a ella, sigue sin responderme y espero entienda que lo que sea que ha hecho con el lugar correra por su cuenta.

Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)Where stories live. Discover now