∆•capitulo 1•∆

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[nota]
Hola espero que les guste mi historia bastante rara está corrigiendo se así que perdón por si hay palabras mal escritas.
Es una historia bastante entretenida y espero que la disfrutes como yo lo hago.

Mi comienzo

En mis simples 18 años de edad no puedo hacer un desayuno de dos personas eso es horrible y  deprimente.
Quiero una sirvienta!!
Pero que digo, tengo una hermana muy buena cocinando y para mí conveniencia es menor que yo, así que está obligada a hacer lo que su hermana mayor diga.
Voy corriendo con una sonrisa marcada en mi rostro, camino con aire de imponencia e orgullo hasta llegar a la  puerta con decoraciones de flores de colores que pertenece a mi hermana. Nuestra casa es pequeña pero de dos plantas y vivimos normalmente solas porque mi madre es enfermera por lo que casi nunca está en casa.
-hermanita abre la puerta-toco la madera haciendo que me escuche mi hermanita nota me sarcasmo -abre que tu clase es a las 8:00 y vas a llegar tarde.
-déjame dormir…son las 7:00-me responde con tono un poco ronco y parece que la acabo de despertar pobre nena.
-abre ahora que es tarde Trinity
Abre y veo lo demacrada que se ve, parece que alguien no durmió temprano y está solo esta en ropa interior con un moño mal amarrado.
-donde te escapaste ahora??-le digo con semblante serio arqueando una ceja
-de que ablasss…-vostesa-solo me dormí tarde, okey tranquila Keitha.
Sé que miente la conozco demasiado y si lo quieren saber, y por si no quedo claro mi hermana menor es más sociable y con más amigos que yo, pero mi escusa es que solo nos llevamos dos años así que no me molesta que se divierta por mi, lo único que quiero es llegar a al colegio a tiempo obvio con comida en mi delgado cuerpo.
Mi hermana me mira y escanea de pies a cabeza con ojos de sospecha rayos me ha descubierto - quieres que te haga de desayunar cierto
??-que buena adivina debería dedicarse a eso, avergonzada asiento, a lo que he llegado a depender de mi hermana menor para comer-ok solo porque no quiero que le digas a mi mamá, vale…-vostesa abriendo la boca como si pudiera caber el mundo ahí.
Termino de comer y ya mi amigo Neew que por si no fuera poco tiene un amor no correspondido con mi hermana. Cuando me doy cuenta de que mi amigo me espera voy por mis cosas y corro al carro nuevo de mi amigo no es uno deportivo ni muy de lujo pero sirve para ser el primer auto de Neew.
Mi amigo solo me saluda y espero a que arranque pero eso nunca sucede se queda quieto con cara de shock obvio se que se significa esa cara, el amor platónica de Neew mi maravillosa hermana, volteo y mi hermana viene con una camiseta que le queda como vestido y un cuaderno, oh por cierto es mío.
-Keitha se te ha olvidado tu cuaderno tonta
-mierda si, gracias-me lo avienta y posa sus ojos en los de mi chófer ósea el dueño del carro mi mejor amigo, esté solo se avergüenza y alza su mano en símbolo de saludo raro, mi hermana solo le alsa la cabeza que descortés de su parte, como me da pena está escena le doy un codazo a mi amigo él solo avanza y nos encaminamos hasta el colegio.
Estoy aburrida escuchando la clase de cálculo con una maestra que aparenta ser un zombie con esa ropa muy de señora y gafas cuadradas, les estoy ablando de la maestra Hilda su clase es la más divertida por no decir que es una tortura escucharla y que por suerte la última, pero nadie presta atención a esta clase lo sé calculo nos servirá pero no me interesa en este momento.
Terminando la clase me dirijo al salón de Neew se que es un nombre raro pero le queda a sus aires de grandeza de mi mejor amigo, cuando llegó solo veo a cuatro chicas tratando de sacarle el número de teléfono a Neew el le es fiel a mi hermana así que ni las voltea al  ver esa escena me da gracia y ternura a la vez.
-oh chicas es una lastima pero me voy que me espera mi amiga-se escusa y se desase de las lindas chicas-hola amiga cómo estás- dice fingiendo- gracias-susurra en mi oído cuando salimos del aula.
Llegamos a mi casa en el carro gris de Neew dónde del mismo me bajo e intercesor a  despedirme de él, cuando entro a mi casa me percató que mi mamá ya ha llegado y huele a comida recién hecha.
-hola hija quieres comer- me dice mi madre mirándome con dulzura.
-no tengo muchas cosas que tengo que hacer-miento, mi madre solo termina asintiendo. Claro ella no puede escuchar lo que yo escucho, esto es un secreto que me atormenta desde que tengo memoria.

CASTIGO ||Libro1||• [En Curso] •BorradorWhere stories live. Discover now