Préstale mucha atención, pues la vida te lo enseña todo.
La vida es una aventura que tenemos el privilegio de disfrutar.
A veces aquello que no podemos entender, comienza a tener sentido con el paso del tiempo.
Cuando aprendemos a sonreírle a la vida, ¡nada ni nadie nos consigue robar la alegría de vivir!
En la vida, no necesitamos grandes pertenencias ni propiedades, pues en ocasiones, un gesto de amor o cariño vale mucho más que todo eso.