Otro monstruo

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Los alumnos de Lynac, sin duda son unos niños muy activos y alegres gracias a sus muchas enseñanzas y maneras divertidas de ampliar su conocimiento en la magia; la mejor parte es cuando Lynac les deja hacer tareas; porque, o es algo rápido y fácil de hacer, o consiste en realizar la tarea entre ellos con el tema de lo visto en la escuela durante la clase, mediante un juego. Esto permite que los niños hagan grupos para estudiar y jugar; a éstas actividades le llama: "estuego" y por ello también, socializan como los niños que a fin de cuentas son; los estuegos también les encantan a los papás de los niños porque ven felices a sus hijos jugando y aprendiendo. Así los niños desarrollan habilidades de magia y hechicería al mismo tiempo.

Todos los maestros tienen un alumno predilecto, sin embargo, Lynac asegura no tener ninguno para no generar conflictos entre los niños. Aunque, de entre todos ellos, Olson es "el alumno estrella" de Lynac a ojos de los demás y eso sólo porque ciertamente ha demostrado un gran talento, éste invitó a su grupo de amigos para practicar uno de los hechizos que Lynac les dejó como trabajo en equipo; sin embargo, ésta tarea sí era una de las más difíciles para los niños debido a su corta edad, por eso requerían sacar a flote la especialidad que tenía cada uno de ellos y practicarlo varias veces. Todos estaban tan concentrados en el estuego, practicándolo una y otra vez, que no se dieron cuenta de la hora que era; siendo tarde, debían irse a sus respectivas casas. Esta vez, el padre de Olson no estaba en casa para llevar a los niños a sus casas pues se había ido a hacer compras y todavía no llegaba. La madre de Olson no se encontraba tampoco en casa, pues estaba trabajando en el castillo como "caballero".

No había día en que Olson no se sienta orgulloso de decir que su madre es caballero del reino aún si eso hacía que su madre tenga que dormir varios días a la semana en el castillo.

Todavía había sol sobre Jordmakt y Olson, como líder que era considerado por su grupo, decidió acompañar a sus amigos a sus respectivas casas (dando razón a estos de que tenía madera para ser un caballero de la futura generación); dejó una nota para su padre en la puerta azul de la entrada y los cinco chicos se encaminaron a sus hogares.

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No les tomó mucho tiempo ya que no era la primera vez que hacían el recorrido, fue así como de uno en uno, todos llegaron a sus respectivas casas; todavía había luz de día suficiente y ahora Olson acompañaba a Odalyn, la niña que tanto le gustaba, y a quien siempre acompañaba a su casa siguiendo el consejo de su madre como una "estrategia" para conocerla, hacerla reír y escucharla mientras la escoltaba, (tomando ventaja de que ella era la que vivía un poco más lejos que la mayoría,) reía con ella, le hacía cumplidos, simplemente acercarse a ella; este día, todo giraba en torno al sueño que ella tenía de conocer aquella raza de "Gati-Perros" que mencionó durante la clase de hoy.

Ser divertido y humilde era un gesto muy dulce y grato para Odalyn, ya que se la notó emocionada todo su recorrido, juntos. Su rostro mostraba mucha alegría y ternura, tanta, que no pudo resistir la idea de regalarle un beso a Olson cuando finalmente llegaron a la puerta de su casa.

Entonces Olson sintió su cara arder de la emoción, se puso rojo, sintió que flotaba en el cielo; estaba feliz al recibir esa muestra de cariño y como el niño que era, se despidió viéndola cerrar la puerta mientras empezaba a soñar con su futura vida juntos, como posibles hechiceros de la corte real: su vida perfecta, una vida de ensueño que lo tenía con la cabeza en las nubes y cara de bobo.

Tan sumido estaba Olson en sus pensamientos, soñando con la idea de tener un futuro al lado de ella, que no se dio cuenta de que tomó mal su camino de regreso a casa. Este camino lo llevaba por un peligroso callejón de Jordmakt. Apenas se dio cuenta de ello cuando escuchó el tronar de una botella que fue arrojada contra una pared y luego caer los trozos al piso, generando un segundo estruendo. Su entorno aparecía oscuro una vez volvió a la realidad, el sol había dejado de iluminar su camino, y entonces el miedo se apoderó de él y se quedó estático pegado a la pared de una casa, no supo de donde provenía el sonido de más botellas rotas en esta calle tan vacía, no hacía falta ser un genio para saber que estaba perdido.

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⏰ Última actualización: Jan 08, 2023 ⏰

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