CALL OF DUTY AND LOVE (Clexa AU)

Capítulo 40 COD. FINAL

Clarke escuchó esas palabras intentando entender lo que significaban dichas en ese momento y con un tono que parecía reflejar ilusión, ¿era una forma de proponerle buscar una casa juntas donde compartir su vida?................. parecía que sí. Desde que se mudó a la capital habían vivido en el apartamento de Lexa, era amplio, bien comunicado, un lugar donde hacer crecer su relación, pero...............

Clarke salió de su escondite encontrando una de esas sonrisas mezcla de dulzura y una belleza infinita que hacía flojear sus piernas y por qué no, reconocer que también humedecía su ropa interior.

-Lexa, ¿qué quieres decir? ............ - los ojos de Clarke parecían ilusionados y eso le dio más valentía a la comandante.

- bueno, me gusta mi apartamento y lo tengo desde que entré en el ejército, pero...............cuando lo compré no pensé que iba a conocer a una hermosa y extraordinaria mujer que iba a robarme el corazón y con la cual quiero compartir toda mi vida, además de que me gustaría formar una familia con ella, así que............... ¿qué te parece si ............. no se, no digo ahora mismo, pero podríamos ir buscando.......

-sí, sí quiero, lo quiero todo contigo Lexa.

No hacían falta más palabras porque todo lo que se tenían que decir al respecto, lo hicieron primero con sus miradas y a continuación con sus labios. Al acabar ese contacto se miraron sonrientes con las manos de Clarke apoyadas en las caderas de Lexa y las de ésta, envolviendo ese bello rostro de la doctora. Era evidente que para cualquier persona que pasara a su lado, esas dos mujeres estaban envueltas en una burbuja de felicidad donde dos personas se unían como una sola y podían contagiar a los que pasaran a su alrededor.

Al finalizar ese romántico paseo, cenaron en uno de los restaurantes del hotel situado en el ático del edificio con vistas al mar. Estuvieron hablado de los pros y los contras de diferentes zonas donde buscar una casa. No se ponían de acuerdo, Lexa insistía en que le gustaba la zona donde los Griffin se habían comprado la suya en ese traslado a la capital, mientras Clarke no quería que la comandante se alejara de Adam o de la base porque entendía la necesidad que todavía tenía el pequeño sobre la atención de la comandante y más ahora que se había casado con ella, además, debía reconocer que le había cogido mucho cariño a ese ojiverde y disfrutaba mucho de los fines de semana que pasaban juntos.

Al final dejaron el tema pues estaban viendo que no se iban a poner de acuerdo y prefirieron gastar su tiempo en esos dos días que les quedaban, haciendo otras cosas más............. placenteras y generadoras de calor.

La vuelta a la habitación del hotel era un camino corto, pero se alargó por las inevitables muestras de amor que en cada pequeño rincón algo bajo de iluminación, se mostraban mutuamente, principalmente la comandante. Era irremediablemente adicta a esos labios adornados con un provocativo lunar que era su perdición, a ese cuerpo donde sus inquietas manos nunca tenían bastante piel para acariciar y por supuesto, esos jadeos de placer de los que ella era la causante y que impregnaban más de amor su pecho. Quería volver a escucharlos esa noche y las siguientes.

Llegaron a la puerta de la habitación y Lexa pasó la tarjeta para acceder a ella. Antes de dejar entrar a su esposa, pasó un brazo por su espalda y otro por su piernas levantándola del suelo y sorprendiendo a la rubia.

-¿que haces Lexa?

-nos saltamos esta tradición en la noche de bodas.

Clarke rodeó con sus brazos la nuca de la comandante - ¿y hay alguna tradición más que nos falte? - dijo Clarke mientras Lexa entraba en la habitación, cerraba la puerta de una patada y se dirigía hacia el dormitorio.

Lexa dibujó un gesto en su cara como de estar pensando - creo que no, pero............ puedo pensar algo nuevo.

El sexo de Clarke empezaba a notar las consecuencias de esas palabras y esa sonrisa que presagiaba muchas cosas que la rubia sabía, iban a ser de su agrado y más que eso.